Sylvia Plath sería como una especie de ‘femme fatale’ de la literatura, marcada por la enfermedad y la muerte.

Sylvia Plath sería como una especie de ‘femme fatale’ de la literatura, marcada por la enfermedad y la muerte.
“Para poder obtener —soñar— esa libertad, inventar esa libertad, conquistar esa libertad, el hombre saltará siempre el muro o cruzará el mar custodiado”.
En las costas donde se siembra el mangle rojo, / no hay agua dulce. / Cada vez que llega el agua dulce, en una barcaza,/ hay una fiesta.
Siempre quedará como un enigma por qué Reinaldo Arenas permitió que le tomaran esa foto con la que entró en la Historia marcado por el Tiempo.
La edición 2024 de los Latin Grammy omitió a artistas cubanos durante el homenaje a la salsa, un género que tiene profundas raíces en la cultura de la isla.
A un año de la muerte del escritor Edmundo Desnoes, nuestra revista comparte un capítulo del libro ‘Landing in New York’, de Felicia Rosshandler, pareja del escritor. Traducción, revisada por la autora, de Orlando Luis Pardo Lazo.
Con gafas de escolta, bigotín de la KGB, pañuelito de Luis Vuitton (¿regalo de Ana de Armas?) y su impecable look de chulo con traje y corbata, desde un poster de autopropaganda nos sonríe feliz.
No hay mejor ni peor metáfora que la de ese animal “fajado por Dios, que entra poderoso en el desfiladero”, para observarme a mí mismo en un devenir. El de Cuba. O, mejor, el de la Revolución.
¡Oh, Habana! Tus hijos lloran tu impotencia… / ¡Oh, Habana! Tu destrucción irreemplazable…
Puedo sentir las palmas suaves y gentiles de las mujeres que me guían. Saboreo el cálido congrí que sale de una olla empleada una y otra vez en el sagrado acto de cocinar el pasado.
Éramos niños con el juguete nuevo de la solvencia y la libertad. La televisión instauraba una perdedera de tiempo hedonista, que muy pronto se trastrocaría en horas y horas de Fidel Castro acaparando cada cámara y cada micrófono, denunciando a enemigos eternos y proscribiendo por igual a comediantes y vedetes.
Ciudad Juárez, centro neurálgico de la inmigración, se enfrenta a una afluencia sin precedentes de diversos países, que pone a prueba tanto los recursos locales como las políticas fronterizas de EE.UU.
Taylor Swift ha hecho historia al ganar por cuarta vez el premio al álbum del año, en la 66 edición de los Grammy. La siguen Miley Cyrus, Victoria Monét, SZA y Billie Eilish.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, y el de México, Andrés Manuel López Obrador, hablan de migración en medio de tensiones por supuestas acusaciones de la DEA contra el mexicano.
5.473.305 ciudadanos están registrados para votar, incluidos los que están fuera del país a través de 81 centros de votación internacionales y un sistema de voto electrónico.
Los cárteles mexicanos se infiltran en Montana, explotando el aislamiento de las comunidades indígenas, traficando con metanfetamina y fentanilo.
La izquierda latinoamericana endurece su postura contra Israel en medio del conflicto. Bolivia corta las relaciones diplomáticas y Colombia equipara las acciones al régimen nazi.
Trump eclipsa a DeSantis en la cumbre del Partido Republicano de Florida, recabando apoyos y revelando respaldos clave de cara a 2024.
Ha comenzado el invierno decisivo y a Putin le quedan tres opciones, cual de las tres más sombría: capitulación condicional, capitulación incondicional o el colapso del ejército ruso con decenas de miles de prisioneros.
Luis Manuel Otero asusta, y mucho, porque no pueden comprarlo ni sobornarlo. No es de los que vende baratijas de colores con la enseña nacional. No es de los que ruega el espaldarazo institucional. Ha ido al extranjero y siempre ha regresado a la semilla. Sus antecedentes artísticos no pueden ser fácilmente utilizados en su contra.
Nos enseñaron a ser miserables, y el miedo fue nuestro credo. Miedo a pensar diferente, a decir “hasta aquí”, a trazar una raya, tomar aliento y gritar: ¡Esto es una pinga!, y que se apartaran de ti, apestado, apátrida, contrarrevolucionario, antisocialista.
“Cine alternativo”, “sumergido”, “paralelo”, “independiente”, “joven”, bajo cualquiera de estos nombres se ha llamado lo que transcurre hoy en Cuba a destiempo de la construcción del Cine Nacional.
Inquieto y desgarrador, apasionado, soberbio, exquisito, el arte mediático de Erik Ravelo destila magia creativa, un ojo peculiar y una visión conceptual propia y a la vez universal. Su mensaje es diverso y multifacético; genera preguntas incómodas pero necesarias, en una exploración estética que desconoce límites entre formas y medios de expresión.
“Produje mi obra al mismo tiempo que ellos, pero no creo pertenecer a la generación de los noventa. Tampoco creo ser el representante más importante en el campo de la escultura y el dibujo de esa generación, como lo escribes, no creo ser representativo de ella: los textos críticos y las exposiciones lo muestran”.