“Mana, me voy del país. Venderé la casa con todo adentro. Haré la travesía hacia los Estados Unidos. Ya no resisto más…”.

“Mana, me voy del país. Venderé la casa con todo adentro. Haré la travesía hacia los Estados Unidos. Ya no resisto más…”.
El arte emergente en Cuba atraviesa un sendero de decadencia, una senda oscura y tortuosa donde la llama de la creatividad parece extinguirse gradualmente.
The Atlantic: “¿Por qué aceptar una propuesta de paz cuando el objetivo es la ‘guerra permanente’?”.
Sólo dos detalles han impedido que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel sea un invitado de honor en el Congreso estadounidense.
Deberíamos dejar a los basureros que nos gobiernen: peor que la actual dirigencia del país no lo van a hacer.
Esperar que a partir del 20 de enero las aguas vuelvan a su nivel y la retórica de perros ladrándose patio de por medio vuelva a ser lo corriente.
Me digas lo que me digas, baile contra quien baile, yo siempre voy a subir la apuesta y a trastocar la lógica del juego, maldita sea.
Una movida hueca, que sólo refuerza el trágico ciclo de las relaciones EUA-Cuba.
Capítulo del libro ‘Historia de la música popular cubana. De las danzas habaneras a la salsa (1829-1976)’, de Antonio Gómez Sotolongo (Hypermedia, 2024).
“No se equivoquen conmigo. / A mí nadie me hizo un perfil de artista. / Yo soy un artista. / Estoy detrás de los barrotes, pero estoy puesto”.
Adoro leer diarios. Mi tesis de doctorado involucra diarios de peregrinos a la Utopía Caribe. Turistas de la ideología: compañeros de ruta de la izquierda internacional que fueron cayendo de cabeza o de culo en la querida Cuba de Castro. Adoro, además, a Allen Ginsberg. Hasta su comemierdad comunista me resulta entrañable. Pobrecito buen hombre, como tantos norteamericanos.
Acá el mono desciende del hombre, aunque a veces el hombre no tiene peores descendencias que hombres peores. Acá el pez pequeño se come al más grande, aunque a veces se ponen de acuerdo y entre ellos devoran al pez mediano. Acá la evolución de las especies recién comienza. Y hay algunos que no quieren que avance.
El ascenso de Turquía en la geopolítica mundial plantea retos a las democracias occidentales y obliga a reevaluar las alianzas.
Los cruces de la frontera sur de Estados Unidos alcanzan máximos históricos. Las entradas legales se disparan, mientras los cruces ilegales no experimentan un aumento significativo.
Obama señaló: “Ya han muerto miles de palestinos en los bombardeos de Gaza, muchos de ellos niños. Cientos de miles han sido desplazados de sus hogares”.
El éxodo como escaramuza fútil de una mente atormentada contra sí misma. Como un placebo triste, un autoengaño.
Las fuerzas israelíes intensifican los ataques en toda Gaza, causando numerosas víctimas civiles en medio de los esfuerzos por lograr un alto el fuego.
Regímenes dictatoriales como el de Cuba han perfeccionado la habilidad de comercializar una imagen idealizada que disimula la violación de los derechos humanos, la pobreza y la opresión.
El dinero que salió de Cuba iba acompañado de una simple nota: “Enviamos este dinero para que los hijos de madres norteamericanas no nazcan esclavos”.
Que dicten los dictadores y que sigan los seguidores. Perdónenme los estudiosos de la Cuba contemporánea que piensan más calmadamente en el futuro de todes, pero yo no creo en las hadas desde que se me cayeron los dientes de leche y nadie vino a recogerlos.
El animé consigue una universalidad perturbadora anclada en profundos substratos tradicionales.
La memoria que percibimos hoy está permeada de múltiples filtros informativos. Las imágenes se disuelven en una red de hipervínculos, deshaciendo la autoría personal por el collage extraído de la última historia de Instagram.
El lema de la pasaba Bienal de La Habana ha sido “La construcción de lo posible”. Pero, ¿cómo se entiende “lo posible” en el actual contexto cubano? Conveniente ambigüedad.