Detrás de las glamurosas ceremonias y la fama de los laureados, se esconde una historia sabrosa en detalles, personajes olvidados y decisiones polémicas.

Detrás de las glamurosas ceremonias y la fama de los laureados, se esconde una historia sabrosa en detalles, personajes olvidados y decisiones polémicas.
“Al menos 35.000 letones fueron asesinados o desaparecieron en el traspatio siberiano de la Unión Soviética. Más de cien mil huyeron a Europa Occidental, lo que en el caso del diminuto país de Letonia fue una pérdida abrumadora de población”.
Alejandro Armengol nació en Cuba y vivió en Estados Unidos desde 1983. Periodista y escritor. Se desempeñaba como director editorial de Cubaencuentro.
No hay eventos a los que acudir: ni tertulias, ni festivales, ni espacios de opinión donde se pueda debatir qué se debería hacer con las estatuas, una vez que el sistema se desplome.
La atención a la migración cubana es una deuda de solidaridad que la región aún no ha saldado.
La pérdida de otra vida en la más absurda cotidianidad de una nación sin rumbo y sin destino.
Veo cada detalle, oigo lo que se dijo y se calló, toco en mi mente la mano temblorosa de mi padre que hasta aquel día no sabía que existía.
En poesía, una buena imagen nunca debería ser sólo visual; siempre hay algo que pasa por el sonido, por lo que el sonido despierta.
Esteban Antonio de Varona se hizo fotógrafo en Cuba, según su propia versión del asunto, acuciado por su interés en fotografiar la ciudad de Trinidad.
Aparentemente, nadie muere de sepsis; pero los datos dicen todo lo contrario.
Se impone descolonizar la actividad sexual y expresiones artísticas como el reparto lo consiguen desde el lenguaje sincero y la organicidad de las expresiones populares.
Las fuerzas israelíes cercan el principal hospital de Gaza, al-Shifa, amenazando vidas humanas mientras la escasez de combustible pone en peligro a los recién nacidos.
La gramática del poder necesita un objeto sobre el cual ejercer su acción. Incluso cuando los artistas se las han ingeniado para subvertir el poder, los círculos de poder se las han ingeniado aún más para anular dicha subversión. Tal vez la subversión solo es posible allí donde la sombra de la mano legitimadora no alcanza.
No te preocupes, lector, que yo no te podría contar ‘DAU. Degeneration’ aunque quisiera. La exposición in extenso del universo totalitario que es ‘DAU’ no admite el encapsulamiento en una sinopsis. Y después, lectora, está también el problema de los mimos, los que ‘DAU’ nos prodiga a los supervivientes.