No pudo ser mejor. Él era mi Humbert Humbert. Y yo, su Lolita. Treinta y tres años contra catorce.

No pudo ser mejor. Él era mi Humbert Humbert. Y yo, su Lolita. Treinta y tres años contra catorce.
La negligencia fiscal y las erráticas políticas empresariales pueden hacer descarrilar el sueño de un Singapur en El Salvador, sostiene Bloomberg.
Aunque sea improbable el antiguo sueño de una sociedad de seres individuales, libres y cultos, no es posible renunciar a tal sueño.
No hay eventos a los que acudir: ni tertulias, ni festivales, ni espacios de opinión donde se pueda debatir qué se debería hacer con las estatuas, una vez que el sistema se desplome.
La atención a la migración cubana es una deuda de solidaridad que la región aún no ha saldado.
La pérdida de otra vida en la más absurda cotidianidad de una nación sin rumbo y sin destino.
Veo cada detalle, oigo lo que se dijo y se calló, toco en mi mente la mano temblorosa de mi padre que hasta aquel día no sabía que existía.
“Que me perdonen todos los que, de un modo u otro, me conocieron y no pudieron realizarse”.
Vengo naciendo así / a un universo / que me transforma, / que me ilumina / y cristaliza / lo que siempre yo sentí.
Miento y sonrío y trato de ser amable, convenciéndome de estar creando un nuevo personaje o una historia con la cual ganaré los euros de un concurso.
En el anime abundan los personajes que se transforman en seres gigantescos por diversas razones mágicas, genéticas o tecnológicas.
El capitalismo cubano adolece de las contradicciones del Estado cubano: asume la necesidad de romper con un sistema-mundo injusto, pero pide ingresar a ese mismo infierno abandonado.
¿Qué crees que podamos hacer desde la sociedad civil para demandar a las instituciones internacionales el derecho a investigar qué sucedió realmente dentro del museo Fidel Castro?
Trump planea una drástica reforma migratoria para 2025, que incluye deportaciones masivas y grandes campos de detención.
Apareció la oportunidad: las apps de citas. Para asiáticos, latinos, para toda “raza”, denominación o creencia. Hace un año, la aceptación de este tipo de cosas en EE. UU. era de un 29 %. Pero en un país donde no hay tiempo para casi nada, no importa la aceptación. La usas y ya. “Es un entretenimiento, qué puede pasar…”.
“En la enseñanza musical no se estudiaba jazz. A mi generación lo que le interesaba era el rock. La política era meterte la música cubana a la fuerza. Hubo una época de reevaluación del son: son para aquí, son para allá. Por eso lo rechazábamos. Solo después, fuera de Cuba, es que redescubro la música cubana”.