Demián Rabilero del Castillo (1972) es un escritor, museólogo y realizador audiovisual con un extenso currículo en la promoción cultural.

Demián Rabilero del Castillo (1972) es un escritor, museólogo y realizador audiovisual con un extenso currículo en la promoción cultural.
En las fotografías de Izuky Pérez el reforzamiento del canon ocurre cuando nos percatamos que allí el cuerpo deviene paisaje y, al mismo tiempo, atmósfera.
Los símbolos patrios pertenecen a toda la ciudadanía, hacen parte del imaginario colectivo de la nación que, a su vez, se ha nutrido de la historia construida a lo largo de nuestro devenir.
“En Kafka, la K puede ser un aleph deformado, torcido, pero en plenitud de poderes. Aleph, letra infinita, también es el sonido de un ahogado. El asma de Dios”.
La tensión oculta de las cosas, como observa Balthus. De los cuerpos, digamos.
El mérito mayor de ‘Lolita’ consiste en haber transformado en arte una historia que se encuentra siempre en peligro de caer en la procacidad.
Llama la atención que los académicos afroestadounidenses, defensores de los derechos civiles y de las minorías en su país, no pregunten por los presos políticos o los derechos humanos en Cuba.
Los totalitarismos son enemigos mortales del tiempo y de la dialéctica. Cada día es el mismo día.
“Hay un estar y no estar de los personajes en las escenas que fascina”.
En contextos autoritarios, expertos consideran como críticas las voces que desafían a las élites dominantes y al aparato estatal represivo, cualquiera que sea el contenido de dichas voces y cualesquiera, los medios y herramientas que utilicen para transmitirlo.
La historia se sirve de los procedimientos que emplea la ficción. La ficción no puede dejar de aprovechar las operaciones propias de la ciencia histórica.
Esa especie de traición que sentimos al llegar a Europa, donde un mango no es un mango; las uvas, naranjas y mandarinas no tienen semillas; y los aguacates caben en un puño.
‘Ábrete eso’, le pedí. Y lo hizo. Soy un adicto a los labios menores. ‘Qué mal tú me pones’, reveló.
La Historia que se escribe desde la academia cubana es aburrida. La Historia tiene que, como producción intelectual, primeramente seducir al lector.
Este perfil pretende desentrañar la compleja narrativa de una mujer que se ha convertido en símbolo tanto del sueño americano como de la naturaleza de la política estadounidense.
Miami es todo lo que podemos ser y somos. Es una segunda oportunidad para expandir nuestro potencial hasta el infinito o hundirnos en la miseria; esa que, como la isla, se repite. Miami no es para todos; pero ha sido para muchos.
Lilo Vilaplana domina el lenguaje del culebrón latino y las técnicas expresivas del narcorromance. En sus manos, los medios de producción de propaganda consiguen la catarsis colectiva que ha puesto a los cubanos a reflexionar sobre el trauma del presidio histórico. ‘Plantados’ irrumpe en pantalla con una saludable dosis de sensacionalismo.