Los derechos culturales y socioeconómicos parten de un principio de obligación estatal del que se desentiende la institucionalidad en Cuba.
Los derechos culturales y socioeconómicos parten de un principio de obligación estatal del que se desentiende la institucionalidad en Cuba.
“Monta Obdulio Morales ‘Milagro de Ochún’ en el teatro Martí y le digo: ‘No, Obdulio, eso no me gusta’, y ya tú ves, que ahí fue donde se escuchó por primera vez ’Yo soy Juana Bacallao’”.
El corredor de seguros José Uribe se declara culpable de sobornar al senador Bob Menéndez y acepta cooperar con la fiscalía.
El Banco de semen Hombre Nuevo se construyó en el sótano del monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución.
Claudia González Marrero ha publicado ‘Literatura, política y sociedad: Cuatro representaciones de imaginarios en la Revolución cubana’ (2021) y ‘Cultura, comida y poder: Doce diálogos con artistas e intelectuales cubanos’ (2024).
Duannis se encuentra de nuevo en una celda de castigo, golpeado e incomunicado, por gritar “¡Patria y Vida!”, y “¡Libertad para todos los presos políticos!”.
No existe otra parte del cuerpo que pueda causar tantos sentimientos encontrados.
Orlando Rojas tuvo la grandeza de no detenerse en la peripecia social y cultural del castrismo esterilizador. Su película llega a la intensidad de la poesía y la aniquilación humana.
Para que alguna voz de mujer exclame desde lo más profundo de su impotencia y su necesidad: “pongan la corriente, repinga”.
Lincoln, disfrazado de verde olivo, debería reposar dentro del cambolo sacro de Santa Ifigenia. A su vez, bien pudiera ser el comandante confederado Fidel quien se sentara en el mármol magno de Washington, D. C.
¿Pero qué es un artista esencialmente, sino un traidor al resto de los seres humanos y también a sí mismo? Enamorarse de un artista es enamorarse, fatalmente, de una traición.
Poco saben, quienes sostienen la narrativa de la alta cultura como única alternativa, qué pinga es en plena adolescencia escaparle al rugido de las tripas, mientras te aprendes el último pasillo que se pegó.
Miami representaba para él la Cuba a la que nunca pudo volver desde que Fidel Castro lo expulsara luego de la publicación de su libro ‘Fin de siglo en La Habana’.
Rosie Inguanzo (La Habana, 1966). Narradora, poeta, actriz y performer. Profesora. Tiene un doctorado en Español y Literatura Iberoamericana por la Florida International University. Ha publicado la novela ‘La Habana sentimental‘ (2018) y los poemarios ‘Deseo de donde se era’ (2001) y ‘La vida de la vida’ (2018).
Estados Unidos se enfrentará a otro examen en Ginebra durante la reunión del Comité de Derechos Humanos sobre el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
Otra fecha pasada por alto en la larga la lista de olvidos que pesa sobre la realidad cubana.
“Cuba está presente en el espíritu. Me llevé a Carlos Enríquez, a Amelia, la luz de la playa en Varadero, los recuerdos de mi familia, que luchó por la libertad de esa isla. Lo que no me llevé conmigo fue ese Partido, ese director de la Escuela de Arte, ese ministro de Cultura, ese espía del G2 que vigilaba los muros de Arte Calle”.