—Ya entiendo… ¿Tiene que ver con mi negativa a participar en las Guerras Africanas? ¿Es eso?
—Eso mismo. Espero que comprenda.
—Ya entiendo… ¿Tiene que ver con mi negativa a participar en las Guerras Africanas? ¿Es eso?
—Eso mismo. Espero que comprenda.
Flaco era un águila-búho eurasiática. En definitiva, una de aquellas lechuzas de nuestra infancia televisada. Su signo era Piscis.
“Pájaros de las tardes del campo o la ciudad, / no importa, repetidos están en la memoria. / Alas ansiosas atraviesan mi pecho como navajas finas. / Desvanecido el día y sus deberes, yo comienzo”.
Alejandro Hernández ha guionizado parte de su vida y experiencias en historias universales, en una trayectoria que tuvo su génesis en Cuba.
El ODC entiende este Congreso como un evento orquestado e instrumentalizado, que pretende proyectar la mentalidad de plaza sitiada tras la que el poder político se escuda.
Mi zona cero literaria es una manera de labrar un territorio.
Esquire: “Es obvio ahora. Deberíamos haberlo sabido desde el principio”.
Hacemos responsable a la directiva del centro penitenciario Combinado del Este por cualquier acción vejatoria contra el periodista y artista Ángel Cuza.
“Sigue siendo inconfundible el timbre único de Amaury Muro, el tono de cantautor que sirve de puente entre lo tradicional y lo contemporáneo”.
El riesgo, bien lo sabe Andrés Isaac Santana, es el signo del ensayo.
Esto no es un texto de poscritica, no es un ensayo, no es la transcripción siquiera de una conversación formal: esto no es sino una acusación.
Contra esta necedad habrá que darlo todo. La plata. / El oro. El fuego. La voz. La sangre. El tiempo. La piel. El roble. / La esperanza. Los hijos. Las canciones. El baile. Las ternuras. / Los puños. Los sueños. Los últimos zapatos / y sus rasgadas huellas.
Esto no es un texto de poscritica, no es un ensayo, no es la transcripción siquiera de una conversación formal: esto no es sino una acusación.
En la década de los ochenta, lo que en apariencia era un apacible crucero familiar de lujo, con periódicas escalas en el tranquilo puerto de La Habana, servía como camuflaje perfecto para transportar tropas cubanas a Angola.
Mientras los inversores retroceden, el mercado se enfrenta a una posible sobrevaloración en un contexto de subida de los tipos de interés.
A propósito de los 90 años de La Virgen de la Caridad (Ramón Peón, 1930), título fundacional de nuestro cine: un filme que colocó al guajiro cubano a nivel similar que el charro mexicano y el gaucho argentino, sus pariguales dentro de cinematografías latinoamericanas también interesadas en el retrato de lo nacionalista-bucólico.