Fragmento del libro ‘Leviatán. Policía política y terror socialista en Cuba’, del periodista Yoe Suárez, sobre los Órganos de la Seguridad del Estado (OSE) en Cuba.
Fragmento del libro ‘Leviatán. Policía política y terror socialista en Cuba’, del periodista Yoe Suárez, sobre los Órganos de la Seguridad del Estado (OSE) en Cuba.
Vegetábamos en una nube, flotando tranquilos, hasta que una cadena de errores desató el caos.
Los republicanos de la Cámara de Representantes intensifican los esfuerzos de destitución contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, alegando infracciones de la ley de inmigración.
En el Gran Tablero de Corcho que es la Isla, cada sujeto posee un puñado de tachuelas y fija allí los sucesos que le importan.
Cuando revisamos sus obras, nos encontramos con texturas que parecen tejidos textiles que nos llaman a la representación de la inteligencia y su actividad funcional.
“El lector y yo compartimos una fugaz experiencia en un mundo efímero, acelerado y lamentablemente violento”.
Un cacique local traspasa sin dificultad las normativas urbanísticas, y los imponentes muros del eclecticismo santiaguero ceden ante la desidia de los organismos tenientes.
Josué G. Gómez compone un discurso fragmentario a partir de las lógicas asociativas del pensamiento y la poesía.
¿Qué rescato ahora de esa prehistoria? Unos cuantos libros, como siempre.
Juan Abreu trae a la política española un liberalismo antifofo, una escritura fértil, lúbrica y bienhumorada, un nuevo género erótico y el derecho a ofender y a ser ofendidos.
Lo que más trabajo le dio fue conseguir que la considerara su discípula más aventajada en la Stasi, alguien en quien tuviera resonancia su lucha a muerte por la Causa.
La relación de Lezama con la joven cultura revolucionaria fue compleja. Concibió la absurda idea de que la destrucción revolucionaria del Antiguo Régimen de la cultura cubana no implicaba por fuerza su propia destrucción.
La lectura es la forma en que un escritor escoge sus prioridades, las califica y establece. Independientemente de los dictámenes de la academia, los vaivenes de la fama, las opiniones de los críticos y las regulaciones del tiempo.
Esto sí es teatro del absurdo. Andar peleados entre cubanos por una ideología cuyos objetos, además, son sublimes, no empíricos.
La crisis alimentaria en Cuba se agrava con medidas gubernamentales, como la bancarización, impactando especialmente a los más vulnerables.
El coqueteo como forma de subversión, es también una forma de emancipación de un dominio, en este caso totalitario. El arte cubano y su crítica ha hecho del coqueteo un espacio de comunicación, comunión simbólica, conceptual y textualsubcultura con autonomía y representación, que muchas veces se traduce en activismo.