Llama la atención que los académicos afroestadounidenses, defensores de los derechos civiles y de las minorías en su país, no pregunten por los presos políticos o los derechos humanos en Cuba.
Llama la atención que los académicos afroestadounidenses, defensores de los derechos civiles y de las minorías en su país, no pregunten por los presos políticos o los derechos humanos en Cuba.
‘Paradiso’ es una Cuba paralela, una visión diferida de lo secreto en la Isla.
El efecto más visible se observa en el mercado europeo, donde se está destruyendo artificialmente la demanda de gas natural, asegura Gazprom.
La cultura oficialista cubana ha servido como
“Somos cada vez más analfabetos funcionales respecto a la realidad. Cada vez más estériles emocionales e incultos de cualquier cosa humana”.
Cuando conocí a Reinaldo García Ramos (Cienfuegos, 1944 – Miami, 2024), era yo un joven ávido de sabiduría y él un hombre “abrumado de virtudes”.
Me preguntan qué puedo aconsejar a los jóvenes que quieren ser escritores. Siempre doy la misma respuesta: si pueden dedicar su vida a otra cosa es mejor que se olviden de la escritura.
El yo de cualquier artista sólo resulta interesante cuando nos propone una relación incómoda con la realidad.
Artaud en La Habana. Textos inéditos y olvidados, el libro de Pedro Marqués de Armas publicado por la editorial Casa Vacía, puede ser leído como una investigación policial. La verdadera ficción, al tratar con fantasmas, es metafísicamente detectivesca. Y lo novelable y el ensayo trabajan con los agujeros, con lo que no sabemos ni podremos saber.
“Yo nunca tuve el valor para cuestionar o enfrentar al Gobierno públicamente. Mi hija ha sido capaz de pararse frente al Ministerio de Cultura y de salir el 11 de julio. Me duele tremendamente que haya tenido que irse del país”.
El mito del pene —el célebre ‘lingam’ hinduista, digamos— es uno de los más poderosos y diversificados, y ese fenómeno, expresado así, deviene ya lugar común en sus gestos más superficiales.
Veinticinco años después de haber escrito ‘Jardín’, una Dulce María Loynaz todavía joven, parada en el centro de cierto jardín carnívoro llamado ‘revolución’, renuncia a toda clase de contacto literario, renuncia a publicar aquello que la sostiene como mujer y escritora.
Esperar la resignación de los cubanos en medio de la crisis energética, de abastecimientos, de transporte, es sencillamente criminal y fascista.
El Papa Francisco reafirma la apertura de la Iglesia católica a todos, incluida la comunidad LGTB, subrayando la necesidad de respetar las normas eclesiásticas vigentes.
Bajo el pretendido manto de igualdad que esconde el eufemismo de nación multicultural, el discurso hegemónico destierra toda posibilidad de discusión en torno a la desigualdad racial, condenando un área sensible de la sociedad cubana al ostracismo y la invisibilidad. Es justo aquí donde se ubica el protagonista de la obra de Juan Roberto Diago.