Una Iglesia abierta a todos pero sujeta a reglas, afirma el Papa

El Papa Francisco enfatizó el domingo que la Iglesia Católica es inclusiva con todos, incluyendo a aquellos dentro de la comunidad LGBT, afirmando que la Iglesia tiene el deber de guiarlos en sus viajes espirituales individuales dentro de sus leyes existentes, según un informe de Reuters. 

El pontífice hizo este anuncio mientras se dirigía a los periodistas en un vuelo de regreso a Roma tras asistir al festival católico de la Jornada Mundial de la Juventud en Portugal. El Papa, de 86 años, mostró su bienestar tras una operación de hernia abdominal en junio, mencionando que, aunque le habían retirado los puntos, llevaría una banda abdominal durante dos o tres meses más como medida de precaución.

En respuesta a una pregunta de un periodista sobre la aparentemente incoherente postura de la Iglesia respecto a las mujeres y los homosexuales —a quienes se niegan ciertos derechos y sacramentos—, Francisco reafirmó la inclusividad de la Iglesia, pero subrayó sus normas rectoras. La declaración del Papa sirvió para recordar la negativa de la Iglesia a ordenar mujeres mediante el sacramento del Orden, o a reconocer como sacramento los matrimonios entre personas del mismo sexo.

“La Iglesia está abierta a todos, pero hay leyes que regulan la vida dentro de la Iglesia”, aclaró el Papa. “Según la legislación, no pueden participar en (algunos) sacramentos. Esto no significa que esté cerrada. Cada persona encuentra a Dios a su manera dentro de la Iglesia”, añadió.

Ante estas exclusiones, el Papa Francisco animó a los ministros de la Iglesia a acompañar con paciencia y amor a todas las personas, incluidas las que no se ajustan a sus normas. Las enseñanzas de la Iglesia establecen que las mujeres no pueden ser sacerdotes, dado que Jesús sólo eligió a hombres como apóstoles, y que no están permitidos los matrimonios entre personas del mismo sexo ni las bendiciones para este tipo de uniones. A pesar de ello, Francisco apoya la legislación civil que concede derechos a las parejas del mismo sexo en materia de pensiones, seguros médicos y herencias.

El Papa, durante su viaje a Portugal, abogó por la inclusividad de la Iglesia, afirmando que en ella caben todos, “incluso los que se equivocan, caen o luchan”. Dirigió a la multitud en un cántico de “¡Todos, todos, todos!”.

El Papa Francisco se ha esforzado por hacer que la Iglesia sea más acogedora desde el inicio de su papado hace diez años, aunque sin alterar las enseñanzas que instan a la castidad a las personas con atracción hacia el mismo sexo. Sus esfuerzos por modernizar la Iglesia incluyen el otorgamiento de más funciones a las mujeres, especialmente en puestos de alto rango en el Vaticano, lo que ha llevado a un precario equilibrio entre atraer a los seguidores más liberales y no alienar a los conservadores.

Reflexionando sobre el festival católico de la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa dijo que se sintió vigorizado por la ordenada y vasta multitud del evento. Se calcula que 1,5 millones de personas asistieron a su misa de clausura en un parque ribereño de la capital portuguesa, en la que muchos fieles soportaron una noche al raso y se congregaron bajo un intenso calor.










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