Leí que Michael H. Miranda (Cuba, 1974) ha escrito un libro que son muchos libros. Obsesivo como es, tanto con la escritura como con la lectura, ha ensartado para una sola puntada el material no sobrante de unos dos años de lectura.

Leí que Michael H. Miranda (Cuba, 1974) ha escrito un libro que son muchos libros. Obsesivo como es, tanto con la escritura como con la lectura, ha ensartado para una sola puntada el material no sobrante de unos dos años de lectura.
“Los únicos agentes de influencia en Cuba son dos de nuestros grandes adversarios: Rusia y China. Si vas a intentar influir de alguna manera en Cuba, tienes que estar allí”.
Y así vamos más desunidos, más esclavos del ego, más especuladores, más indolentes, más sombras y menos luces.
Escribir es diseñar el destino, apresurarlo, convocarlo y hasta planificarlo, dentro de eso que los físicos místicos denominan ‘conciencia no local’.
La batalla en torno a la controvertida ley de inmigración de Texas podría dar al Tribunal Supremo la oportunidad de revisar una sentencia que anuló en gran medida la ley “muéstrame tus papeles” de Arizona.
El tema de la emigración y sus respectivos conflictos identitarios ha sido una de las zonas temáticas más abordadas por el cine cubano posterior a los noventa.
“Larga vida a Alexey Navalny”, rezaba un mensaje en el sitio web pirateado, acompañado de una foto de Navalny y su esposa Yulia en un mitin político.
Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, lleva mucho tiempo siendo un país disfuncional y plagado de violencia.
Un tribunal ruso prorroga hasta el 5 de junio la detención preventiva de la periodista, que se enfrenta a 15 años de cárcel acusada de difundir “información falsa”.
Si algo bueno tiene el exilio, si algún lujo tiene que el gobierno cubano no me deje regresar a casa, es precisamente poder leer y leer la tristeza de izquierda de las intelectuales norteamericanas.
Lo importante de este mes es el Decrépito-Ley 35 y el miedo que tengo, cojones. Lezama Lima y Virgilio Piñera juntos no le llegan a la chancleta al Decrépito 35.
“Las películas son aromas que persisten vaga o intensamente, hasta desvanecerse. En vez de memorizarlas, busco hablar de su recuerdo, de lo que no pude tocar en ellas, de cómo me conquistaron y eludieron”.
En medio de un panorama tan baldío como el que vivimos, a la sombra de una pandemia y un contexto que proyecta un porvenir titilante, de incertidumbres, Adonis Ferro incita a recordarnos como perdedores.
El reciente Decreto-Ley 35 de 2021 no solo limita la libertad de expresión de los cubanos en redes sociales y cuanto ámbito cibernético exista; blinda, además, de forma monárquica, a los dirigentes de ese despropósito que llaman Revolución.