“Leyendo ‘Fraude’ de Ana María Ramos una y otra vez recordé a los pacientes y perseverantes artesanos asiáticos que crean el milagro del Kintsugi: queda claro, me hicieron de retazos”.

“Leyendo ‘Fraude’ de Ana María Ramos una y otra vez recordé a los pacientes y perseverantes artesanos asiáticos que crean el milagro del Kintsugi: queda claro, me hicieron de retazos”.
La cumbre UE-América Latina tropieza con la crisis de Ucrania. Los países latinoamericanos se niegan a respaldar una declaración conjunta de condena a Rusia.
La policía serbia, en colaboración con España, Interpol y Europol, ha detenido a dos serbios sospechosos de introducir cubanos en España como parte de un grupo delictivo internacional.
Un tribunal británico permite a Julian Assange recurrir la extradición a Estados Unidos, alegando la necesidad de “garantías satisfactorias” sobre el riesgo de pena de muerte y los derechos de la Primera Enmienda.
“Para Orlando Luis Pardo Lazo, ser un escritor es apostar a la reescritura —el plagio, la cita, la traducción, el reciclaje en otro contexto, la parodia— como única forma de no repetir”.
La ONU exige un alto el fuego inmediato en Gaza tras la abstención de Estados Unidos, en medio de un conflicto en el que han muerto más de 32.000 personas.
60 migrantes portan una cruz a través del río Suchiate hacia México en el Vía Crucis Migrante 2024, símbolo de su lucha por alcanzar la frontera de Estados Unidos.
Cuatro hombres acusados por el atentado de Moscú, dos se declaran culpables. ISIS reivindica la autoría. Putin culpa a Ucrania.
“Sería tan fácil como cruzarse de brazos: huelga general. Así fue como cayó Machado. Y ya Díaz-Canel dejó chiquito a Machado. Y a Batista. Parece empeñado en lograr lo que no pudo Weyler”.
Escribir le daba sentido a mi vida; pero cada vez escribo menos y hallo menos razones para hacerlo. Es lo más terrible; descubrirte Sísifo cuesta arriba.
“Me atrapa el lenguaje del teatro, el sentido de las palabras, a dónde van, el porqué de quien las escribe, el tránsito que hay de lo escrito a lo imaginario”.
Una publicación así me iba a dejar expuesta al acoso (“Hola, linda”), al juicio (“¿A ella no le da pena eso?”), al machismo (“¿Viste a fulanita encuera?”), al intrusismo (“¿El novio no le dirá nada?”), a la hipocresía… Y hasta al absurdo de que vinculen las nalgas a la “credibilidad” profesional.
“Todo el panorama que ahora llamamos Latin Jazz, empieza con el ‘toque cubano’”.
La Seguridad del Estado cambia la acusación a Hamlet Lavastida, de «instigación a delinquir» a «incitación a la rebelión». Argumentos: algunos posts publicados en redes sociales durante el acuartelamiento de San Isidro.