Prólogo de la antología poética ‘Apariencia de árbol’ de Yolanda Blanco.
Hay que aprender a vivir con el dolor. Nos toca. Si los hombres ovularan, menstruaran, parieran, San Google me daría, otra respuesta.
La candidata opositora venezolana, que una vez confrontó a Hugo Chávez, surge como una figura prometedora para las elecciones de 2024.
Adiós, Centurión. Mártir de la ajenidad. No dejaste ni quince minutos de fama en YouTube.
Diré que —como mucha gente— yo nací en La Habana. Aclararé, además, que la ciudad donde vine al mundo ya no existe.
De esas “miradas evocadoras” sobre La Habana, retomo la más inquietante y profética, la del gran poeta José Lezama Lima.
Reuters: “Las elecciones podrían dar paso al primer gobierno de extrema derecha del país desde la Segunda Guerra Mundial”.
AP: “El primer atleta transexual de Cuba muestra los progresos y los retos a los que se enfrentan las personas LGBTQ en la isla”
The New York Times: “No se puede esperar que los votantes ignoren lo que fue evidente: Biden no es el hombre que era hace cuatro años”.
Lo mismo que tú, yo he debido hacer de la crítica un estilo de vida, un modo de permanecer y de existir, un ejercicio de constante emancipación.
Hay una plaga, la COVID-19, y un caos económico-financiero y un panóptico visible e invisible. Un panorama muy medieval y absolutista, solo que con nasobucos, celulares, espías y redes sociales.
Antuán Mena, en el contexto del arte cubano contemporáneo, ha logrado retratar lo esencial, lo poco abundante, y ha hecho retornar al lienzo un sinfín de sensibilidades perdidas.
El placer con que el autor de ‘Cobra’ describe su vivencia ilustra perfectamente al artista que fue y siempre quiso ser: una persona interesada en lo superficial de modo obsesivo y delicado.