Monika Fox brilla por fin ahora en la internet cubana, para recordarnos que no conocemos las dimensiones groseras de nuestra debacle. Ni tampoco, lo grotesco de nuestro carnaval.
Monika Fox brilla por fin ahora en la internet cubana, para recordarnos que no conocemos las dimensiones groseras de nuestra debacle. Ni tampoco, lo grotesco de nuestro carnaval.
Las incautaciones de fentanilo por la DEA en 2023 ponen de manifiesto una crisis creciente, con confiscaciones equivalentes a 266M de dosis letales más que en 2022, un año ya de cifras alarmantes.
En medio de la escalada de tensiones entre Estados Unidos y China por Taiwán, el secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, advierte de la rápida expansión militar de China.
“¿Eres menos hombre si no eres padre? Esa pregunta me ha acosado durante décadas. Pero he aprendido a amar mi vida sin hijos”.
“No había ningún motivo para charlar con Leonardo Padura y los había todos. No tenía ningún libro que promocionar, y por eso hablamos a pierna suelta de casi todo”.
Un testimonio de la política cultural española al final del periodo socialista.
“El Ministerio de Cultura le invita a uno, por primera vez en veinte años, a un viaje al extranjero, a Cuba en este caso. El escalafón se mueve. Esto es el éxito”.
El bollo ʻrealistaʼ de una modelo real o el bollo ʻidealʼ del pintor.
¿Cómo hubiera sido esta Isla sin ese desvío impuesto por un experimento demencial?
El absurdo carnavalesco de lo cubano, ese “choteo” expresa una lenta degradación de lo cívico, la reducción gradual de la sociedad a la categoría de “pueblo”, de “masa”.
¿Quién gobierna en Cuba al fin? Los mismos blancos elitistas que dicen que luchan para y por el pueblo. Ellos sí viven como reyes y al pueblo que se lo lleve el diablo.
Disparos, sangre, piedras, consignas de un lado y verdades desgarradas del otro; la ilustración más acabada de la cubanidad inoculada por el castrismo: división y odio.
El peor enemigo que tiene la familia cubana en este instante es el propio Estado.