Uno vive donde vive: en el páramo. No en el de esa fastuosa y lúgubre (pero refulgente) novela titulada ‘Wuthering Heights’. Y voy a ver quién pinga me acusa de malinchismo.
Uno vive donde vive: en el páramo. No en el de esa fastuosa y lúgubre (pero refulgente) novela titulada ‘Wuthering Heights’. Y voy a ver quién pinga me acusa de malinchismo.
Florida se prepara para el impacto a medida que la tormenta tropical Idalia se intensifica, apuntando a la costa del Golfo con amenazas de huracán de categoría 3.
Esa sumatoria de obstrucciones, aún sobre el cuerpo de los cineastas y sobre su salud mental, a veces habilita nuevas estrategias y usos del lenguaje.
El reconocimiento del Estado palestino alcanza las 145 naciones, ya que Noruega, España e Irlanda se suman en medio de la actual ofensiva israelí en Gaza.
Claudia Sheinbaum está a punto de convertirse en la primera mujer presidenta de México. Las encuestas le otorgan una amplia ventaja antes de las elecciones.
Georgia, imitando la legislación rusa, ha comenzado a perseguir a las ONG que reciben financiamiento desde el exterior, utilizando la nueva ley de “agentes extranjeros”.
Entrevista al escritor Armando Lucas Correa sobre el oficio de narrar, a partir de la que considera “su novela más desafiante”: ‘El silencio en sus ojos’. Y de cómo el éxito literario está en las manos de Dios (o de TikTok).
Fragmento de la novela ‘El color del verano o Nuevo Jardín de las Delicias’ del escritor cubano exiliado Reinaldo Arenas (1943-1990).
Un ataque aéreo israelí en Rafah mata a 35 personas después de que Hamás lanzara cohetes contra Tel Aviv. Se trata del primer ataque de este tipo en meses.
¿Hasta cuándo el vicio de los salvadores de la Patria? Ignacio Giménez ha sido la última incorporación al bestiario de Mesías nacionales. Desde la izquierda y la derecha se van sucediendo, con promesas de un futuro mejor o del derrocamiento del totalitarismo. Todos son la misma cosa.
“Después que te explican por primera vez qué es un ‘ready made’, llegas a un centro. No sé si un urinario pudiera ser el centro de la vida de alguien. Pero después de esta explicación, aun sin pensar en ello, nunca más meas de la misma manera”.
La imagen desafiante de Maykel Osorbo con el brazo en alto y las esposas rotas en la muñeca, es la viva estampa del cimarrón, del esclavo que se liberta a sí mismo, y por extensión la revelación simbólica de la plantación-presidio que es Cuba.
‘Mujercitos’ te presta cualquier cosa que ayude a liberarte: un dedo para vomitar, una idea para reventar el país, una mano para masturbarte, una garganta para gritar y unos dientes para morder. A falta de carne, pieles para canalizar la rabia.