La audacia de Navalny para enfrentarse a la corrupción del Kremlin quedó personificada con la publicación de “El palacio de Putin. La historia del mayor soborno del mundo”.

La audacia de Navalny para enfrentarse a la corrupción del Kremlin quedó personificada con la publicación de “El palacio de Putin. La historia del mayor soborno del mundo”.
El imán del exilio y de la diáspora cubana se convertía en el del equipo nacional de béisbol.
Demasiados fusilados, demasiados encarcelados, demasiados exiliados, demasiados ahogados en el mar, demasiados muertos en la selva, demasiadas familias fracturadas, demasiado dolor, para que ahora el régimen cubano quiera aprovechar el amor por el béisbol y borrar todo lo anterior con un ‘hashtag’.
Venezuela expulsa al personal de derechos humanos de la ONU y suspende las operaciones del Alto Comisionado, alegando parcialidad e injerencia.
El Servicio Penitenciario Federal ha anunciado la muerte de Alexei Navalny, la figura opositora más prominente de Rusia.
Después de leer ‘En muletas por la vida’, de Nilo Noel González Cabrera, no existe justificación alguna para culpar al destino de nuestras inapetencias y mediocridades.
La RAE critica las directrices sobre “Lenguaje no sexista en la administración parlamentaria”, argumentando que distorsionan el español sin avanzar en la igualdad de género.
El ex embajador de Estados Unidos se declara inocente de actuar como agente cubano, tras acusaciones de operar bajo control extranjero y uso de pasaportes falsos.
Javier Ernesto Morales Cuadra, a quien la dictadura donó dos valiosas propiedades en Tola, es asistente y “sombra” del dictador Daniel Ortega.
Un temporal: temperatura, balón, ecosistema, niebla, neblina, pellejos, broncas, pingas, asesinatos, pesca de clarias y plástico. Para robar un tanque de agua o de basura no hay que saberse ninguna cita de Nietzsche, bebé, ni de ningún pensador influyente en la cosmovisión de un dictador. Lo único necesario es haber nacido en este país.
Trump, ideológicamente, es una propuesta menos dañina. Cubadebate publicó hace poco un artículo que clasifica dos vías de subversión: “la estrategia Trump” y “la estrategia Obama”; la segunda es considerada la más peligrosa. En algo lleva razón: cuando las faltas ajenas son menores, las nuestras resaltan.
“El deseo urgente de evadir la realidad nacional y el servicio militar obligatorio, me llevaron a estudiar arte. Haber sido alumno de Antonia Eiriz, luego mi amistad con Servando Cabrera Moreno, Raúl Martínez y Umberto Peña, junto con la convivencia y el apoyo de mi madre, Thelvia Marín, fueron elementos decisivos en mi formación”.
“Si un artista ha propuesto un nuevo consenso sobre la política, sobre oponerse políticamente en Cuba, todo el que venga detrás está por fuerza dentro de ese consenso. Y mucha gente va a tratar de verlo desde esa mirada del arte, lo cual incluye múltiples entendimientos, desde la referencia hasta lo estético, pero a todos los tomarán en cuenta como arte”.