Cuba anuncia insolvencia financiera ante el Club de París, citando el bloqueo de EE.UU. y su inclusión en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo como principales causas de su crisis.
Para subir al cielo se necesita
Más allá de todas y cada una de nuestras instantáneas, Fidel Castro fue nuestro único contemporáneo. Todavía lo buscamos de escena en escena y de diálogo en diálogo, sin darnos cuenta de que es a él a quien buscamos.
Orlando Luis Pardo Lazo
Orlando Luis Pardo Lazo es uno de los autores más influyentes de la literatura cubana contemporánea y un agudo y polémico comentarista.
De él puedes encontrar en Hypermedia los libros ‘Del clarín escuchad el silencio‘, ‘Espantado de todo me refugio en Trump‘ y ‘UberCuba‘.
Nada cambió
Con un gran número de oportunidades, cualquier cosa extravagante, sucederá. Lo más improbablea priori, termina con la mayor probabilidad por el simple hecho de la repetición.
Del ‘Cuaderno de apuntes’
A medida que transcurre la “vida verdadera”, el afán de exhibirse o competir se desgasta. Quizás sea ese uno de los “secretos” de la madurez.
Cada uno carga con su propia Cuba
¿Cuáles medicinas podrían ayudar en aliviar las secuelas del llamado “daño antropológico” ocasionado por la Revolución? Supongo que según el médico que tenga cada quien. Cada uno tiene su propia tabla de naufragio.
Lleny Díaz Valdivia: Ante mis ojos / Javier Marimón: Leer está sobreestimado, teniendo a Bach / Michael H. Miranda: Los libros de un lector de poesía
Este dosier podría llamarse: “Los poetas cubanos recomiendan”. Pero entonces sería traicionera con el tiempo perfecto de la poesía.
Anasyrma
La vulva ha sido venerada como símbolo de abertura hacia realidades escondidas y, al mismo tiempo, túnel por el que llegamos a la luz del mundo.
Lo más reciente
Carta de agradecimiento a los censores
Realmente, yo no entendía cómo se podía seguir viviendo en un mundo así.
Este texto forma parte del libro El compañero que me atiende (Hypermedia, 2017).
Las (otras) comidas profundas
Como los cubanos han perdido el paladar, no es de extrañar que el Ministerio de la Industria Alimentaria, con la total complicidad de las tiendas de distribución nacional, ponga a la venta cualquier cosa con el pintoresco nombre de “café” o “queso”.