Cosas que la civilización tiende a enclaustrar en la privacidad.
🔞 (Advertencia: esta galería contiene imágenes que pueden dañar su sensibilidad).
Una sección dedicada a la Investigación, el Análisis Sociocultural, el Periodismo, las Ciencias Sociales y la Documentación Política. Porque creemos en otra forma de leer. En otra manera de entendernos.
Cosas que la civilización tiende a enclaustrar en la privacidad.
🔞 (Advertencia: esta galería contiene imágenes que pueden dañar su sensibilidad).
Guionistas, productoras y directoras de porno piensan este género como un lenguaje para empoderarse, superar los cuestionamientos de la industria, los insultos y atreverse a hablar del sexo.
El audiovisual pornográfico propiamente dicho continúa relegado a los márgenes del discurrir histórico, estético y discursivo del Séptimo Arte.
El cine pornográfico ‘mainstream’ está conformado pensando en la figura del ‘masturbador imbécil’. Pero, ¿qué pasa si dentro de esas estadísticas se encuentran masturbadoras?
Cuba y pornografía se perciben como términos antónimos, casi antitéticos, inconciliables, a pesar de que Cuba se cuenta entre los pioneros del cine pornográfico mundial.
“He visto cosas bastante osadas en París, pero en La Habana es espantoso. París es una escuela dominical comparada con la capital cubana”.
Contrarrevolución que clama por reinstaurar una civilidad que libere al público cautivo del espectáculo político.
El estallido es la única manera de civilidad que nos ha quedado, la única prueba de que organización e ideología no pueden más que hambre y desesperación.
Los gobiernos totalitarios proceden a modificar el entramado institucional hasta convertirlo en un aparato funcional a los intereses de conservación del poder.
Un orden autoritario en lo político, conservador en lo cultural, explotador en lo económico, y excluyente en lo social.