¿Qué es para ti la felicidad? Para mí la felicidad es ver que esas personas de los videos están jodidas y yo no. Bueno, sí estoy jodida porque no tengo dinero, pero al menos no me faltan partes ni tengo cosas raras en el cuerpo. Mi cuerpo es normal. ¿Por dentro y por fuera? Por dentro y por fuera.
Periodismo
Huele a carnero hervido
¿Cómo te habrás llamado, carnero? ¿Qué estabas haciendo con tu vida hasta que te llevaron al matadero, carnero? ¿No te desespera y te droga el “buenas” del presentador del noticiero, carnero? ¿A ti te gusta el noticiero, carnero? Este es un texto sobre el olor, el tiempo y la paciencia.
Mercenarios mercenarios, todos somos mercenarios
A una señora que participó en un acto de repudio, yo le pregunté: “Fulanita, mija, ¿y por qué tú te prestaste para eso?”. Ella me respondió: “Porque la placa de mi casa está en candela y no tengo forma de resolver. Aparte, nos dieron merienda y tú sabes que yo tengo un niño. A mí no me importa nada, porque yo no le importo a nadie”.
Talasofobia
Siempre he pensado que uno puede evadir su existencia personal cuando los problemas son propios. Los problemas de uno, o se sufren o se olvidan. Pero los que no se pueden separar, esconder, evadir tan fácilmente, son los problemas de ciertos otros. O al menos eso opino yo. Precisamente, en el otro es donde más estoy yo.
Cosmonauta
La libertad es eso: elegir y pagar las consecuencias. Cuando le pido a Dios que no me deje caer en tentación, le hablo entre otras cosas de la heroína. No quiero entrar a sitios de los que nunca pueda salir. Me da lo mismo si Oscar Wilde dice que caer en tentación es la mejor forma de librarse de ella.
Voyeurismo entre vecinos y olor a jazmín
Contribuyo al show voyeurista con mis vecinos del frente. Doy cosas a cambio de todo lo que ellos me dan desde sus ventanales y azotea. Es un intercambio. Somos una mezcla de cosas que se esconden y florecen de manera fluctuante, en un espacio que no tiene el más mínimo significado para nadie más que nosotros, que vemos y olemos a jazmín.
No los queremos, no los necesitamos
Entiendo que esta gente, los del gobierno, cuiden la finquita con la saña de cualquier empresario que cuida su negocio. Pero me da rabia con los agentes: son los miserables, los penúltimos en la lista de beneficiados por el poder, los que no tienen nada, igual que nosotros, y se cogen pa’ eso. Dos veces he conversado con ellos.
Pedir ayuda en las redes es perfecto. Me encorazona
El ámbito político, o del activismo social, es fascinante. Haces un video, escribes un manifiesto o una carta abierta, o alguien sube un video donde te etiquetan. Siempre pidiendo ayuda, claro; siempre molesto, claro; siempre sufriendo contestatariamente, claro. Hay que llegar al corazón digital de los demás.
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“¡Contrarrevolución!”, gritó. “No, no. Estamos haciendo una obra de teatro”. “¿Con qué permiso?” “Bueno, con ninguno”. “¿Ustedes son del CNAE?”. “No sé qué es eso”. “¡Contrarrevolución!”. “No, señor, es teatro. Mire el guion”. “¡Contrarrevolución y pornografía!”. El tipo dijo algo de un tal Decreto Ley 349.
Los críticos y su terapia nutricional al ego
La crítica literaria o artística no expresa lo que siente. La crítica literaria o artística es una puñalada o una sutura, mediada por un montón de intereses no dichos, que estaría mejor que se expresaran directamente en el texto. Por lo menos, serían más entretenidos. Podrían enseñar marketing.