Periodismo

El amor de mi vida - Jesús Jank Curbelo

El amor de mi vida

Un día ella me llamó por teléfono: “Me aburrí del futbolista. ¿Quieres volver conmigo?” Y yo le dije: “Si el amor aflojara sus riendas, todos los seres que ahora se aman se harían guerra cruel; y si actualmente provocan movimientos armoniosos, entonces rivalizarían por destruir la máquina del universo”.

Las embarazadas indigestas - Amanda Rosa Pérez Morales

Las embarazadas indigestas

Yo, Amanda, que he sido un feto y que también tengo la posibilidad de tener un feto dentro, relaciono esa tocadera constante de la panza con circular con medio codillo de cerdo grasoso y especiado. Todo tiene sentido, le dije, tener un hijo es como tener un estreñimiento que dura nueve meses. Piénsalo.

La muerte lenta - Jesús Jank Curbelo

La muerte lenta

Todos están muriendo. Hice una lista: Paco Prats, Leal, aquel periodista, el actor Pantera Negra, el otro músico, el otro y el otro. Murieron unos cuantos cuyos nombres todos conocen, y unos cuantos miles que nadie sabe. Murieron de todo. Murieron aburridos, viejos, jóvenes, en hospitales, con mucho futuro.

Las verduras han muerto hace mucho tiempo - Amanda Rosa Pérez Morales

Las verduras han muerto hace mucho tiempo

Como la palabra muerte es fuerte y retumba en los oídos de alguien que pronto morirá, yo le decía a mi abuela esta frase en alemán que ella nunca supo qué significaba, pero que la calmaba. Gemüse ist längst gestorben: las verduras han muerto hace mucho tiempo. A todo lo que tuviera que ver con muertos, yo le respondía con la misma frase.

Jodorowsky y el último cigarro - Jesús Jank Curbelo

Jodorowsky y el último cigarro

Yo llevaba meses fumando mucho. Prendía un cigarro antes de levantarme, otro con el café, otro después de cepillarme los dientes y otro al vestirme, y así, a cualquier hora. Me escondía para bajarme el nasobuco y fumar en la calle sin que me viera la policía. A veces, en las colas, fumaba con el nasobuco puesto.

Los buenos del 26 de Julio - Jesús Jank Curbelo

Los duros del 26 de Julio

Inspirado en Fidel Castro y en el glorioso asalto al cuartel Moncada, reuní a 30 socios para asaltar la estación policial de la calle Zanja en la madrugada del 26 de julio. El objetivo era hacer prisioneros para cambiar por champú y aceite. Y negociar la entrega pacífica a cambio de tarjetas con moneda libremente convertible.