Los únicos instantes de humanidad del caudillo cubano ocurrían siempre con extranjeros. Fidel se sentía en casa cuando lo rodeaba la fascinación foránea. En más de un sentido, él mismo fue un extranjero, un imprevisto, un invasor.
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Urea contra Utopía
Mear a Martí entraña mil veces más amor corporal que citarlo con la pulcritud del cirujano en serie, sobre el carnaval de cadáveres que ha sido y seguirá siendo nuestra patria.
Pavel Giroud: Leí el caso Padilla como el drama de Galileo Galilei
Una entrevista exclusiva con el cineasta Pavel Giroud a propósito de su más reciente película ‘El caso Padilla’.
Ilusión óptica
Si te quedas mirando la foto por al menos medio minuto, ocurre en la mente humana una curiosa ilusión, no tanto óptica como sentimental. Déjame un comentario si la logras ver.
El suicidio moral de la intelectualidad cubana
La muerte civil de la intelectualidad cubana es un hecho.
Por una cubanía sin caballeros
En sus discursos y conversaciones, a Fidel Castro le hicieron y él mismo hizo múltiples referencias sobre El Caballero de París. A cambio, como cortesía caballeril, José María López Lledín incorporó al Caballero de Birán a su itineraria indumentaria.
Martí en el país de las palabras
Un Martí-pueblo, una Martí-ciudad, un Martí-país, una Martí-totalidad: el mismo camino para llegar a distintos lados de la frustración.
Un espacio más humano: convertir la Plaza en plaza
Por una nueva arquitectura cubana: desaparecer las imágenes de Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos de la Plaza de la Revolución.
Reos de Cuba
Del lujo de esa libertad lujuriosa brotó el regalo rabioso de la Revolución. La Revolución en mayúsculas que era ‘nuestra’ y no ‘comunista’, sino ‘humanista’. La Revolución que en 1959 decía no aspirar a nada, más allá de los derechos que ya disfrutábamos: educación, trabajo, comida, tranquilidad.
Ku Klux Kuba
A sus abuelos ―nosotros― el régimen los chantajeaba de niños con que el KKK nos esperaba en Estados Unidos para lincharnos. Lo natural es, entonces, que hoy los nietos ―los nuestros― se disfracen indolentemente de ese mismo KKK. No sólo es lo natural, sino también lo marxista.