Jaime Suchlicki —director del Instituto de Estudios Cubanos, un grupo de investigación sin ánimo de lucro— explora el resurgimiento de la influencia rusa en Cuba y sus posibles implicaciones para Estados Unidos, en un artículo publicado ayer en ‘The Miami Herald’.
Suchlicki afirma en “Los rusos vuelven a Cuba, dispuestos a desafiar a EE.UU. a sus puertas” que, incluso después de que la disolución de la Unión Soviética provocara un bajón temporal en las relaciones entre Cuba y Rusia, las actividades recientes señalan una tendencia a la intención de Rusia de afirmar su influencia en el Caribe una vez que concluya la guerra de Ucrania.
El renovado interés de Rusia por Cuba se considera un intento de desafiar el dominio de Estados Unidos justo a sus puertas.
Suchlicki cita información privilegiada procedente de La Habana, la que apunta al compromiso de Rusia de incorporar Cuba a su imperio. Así se desprende de un amplio acuerdo que incluye importantes inversiones rusas en la agricultura cubana para abastecer su mercado interior, un aumento del tráfico aéreo comercial a Cuba, la modernización de las industrias cubanas y reducciones de los aranceles sobre las exportaciones rusas a Cuba.
Rusia también planea establecer negocios, instalaciones bancarias e incluso el primer hotel y centro comercial totalmente rusos en la isla.
Sin embargo, Suchlicki señala que bajo la aparente asociación económica se esconde el potencial de un mayor compromiso militar.
El creciente número de visitas de buques de guerra rusos, incluidos submarinos nucleares, podría desencadenar una crisis internacional y obligar a Estados Unidos a tomar medidas. Suchlicki establece paralelismos con la Crisis de los Misiles de Cuba de 1962, advirtiendo que los submarinos nucleares rusos podrían suponer una amenaza más difícil de detectar y neutralizar.
Los acuerdos se producen tras la visita a Cuba de Nikolai Patrushev, jefe de las fuerzas de seguridad rusas. Sus anteriores reuniones con figuras clave de Venezuela y Cuba sugieren una maniobra estratégica más amplia de Rusia en la región.
Citando a Patrushev, Suchlicki destaca la amenaza percibida de Occidente, afirmando:
“Estados Unidos está intentando crear un imperio colonial global en el que sólo se oiga la voz de Occidente…. Mucha gente habla del llamado neocolonialismo, pero el método sigue siendo el mismo: supresión política y chantaje militar, esclavitud financiera y propaganda agresiva”.
Para algunos analistas, el análisis de Suchlicki no deja de ser una visión interesada de la dinámica geopolítica que se desarrolla en el Caribe, pero, al mismo tiempo, subrayan la necesidad de que Estados Unidos esté alerta ante los renovados intereses de Rusia en la región.
Rusia acusa a Yevgeny Prigozhin, líder del Grupo Wagner, de incitar a una “rebelión armada”
El líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, ha anunciado su control sobre instalaciones militares clave en Rostov del Don y Voronezh, ciudades rusas del sureste de Ucrania.
