Rolling Stone: “La aclamada artista cubana de jazz nos habla de su brillante nuevo álbum, en el que combina la espiritualidad tradicional y los sonidos del pop”.

Rolling Stone: “La aclamada artista cubana de jazz nos habla de su brillante nuevo álbum, en el que combina la espiritualidad tradicional y los sonidos del pop”.
Manuel Iris (México, 1983). Poeta. Ha publicado ‘Cuaderno de los sueños’ (2009) y ‘Los disfraces del fuego’ (2014). En 2018, se publicó la antología bilingüe ‘Traducir el silencio/Translating silence’. Su último libro, ‘Lo que se irá’ (2021) fue ganador del Reader’s Choice Award.
Los medios internacionales transmitían desde el Ministerio Kde la isla-símbolo. Y fue como esparcir el excremento del Capitolio Nacional por todo el universo.
En las fotografías de Izuky Pérez el reforzamiento del canon ocurre cuando nos percatamos que allí el cuerpo deviene paisaje y, al mismo tiempo, atmósfera.
Los símbolos patrios pertenecen a toda la ciudadanía, hacen parte del imaginario colectivo de la nación que, a su vez, se ha nutrido de la historia construida a lo largo de nuestro devenir.
Estados Unidos anunciará importantes sanciones contra Rusia por la muerte de Alexei Navalny y la guerra de Ucrania, dirigidas contra la base de defensa.
La estrella cubana de flamenco Irene Rodríguez hace de Tampa su nuevo hogar, compartiendo su pasión y reconstruyendo su vida a través de la danza.
“Los esforzados dueños-choferes de almendrones son sólo otra de las tantas categorías de héroes anónimos que mantienen, mal que bien y nadie sabe cómo, la Isla funcionando. O que, al menos, evitan que se hunda definitivamente”.
En su programa nocturno de televisión, el presidente venezolano Nicolás Maduro calificó a la ExxonMobil de “brazo imperial del petróleo”.
“A medianoche / con el aire evidente / de lo mismo / atravesar la calle / subir las escaleras / y empujar”.
Selección del libro Ablandar una lengua, de Javier L. Mora, poemario ganador del Premio de Poesía Editorial Hypermedia 2019.
Durante las últimas décadas, las multitudes han venido construyendo, de forma paradójica, una metáfora visible de la soledad; Ofill Echevarría ha penetrado por esa grieta para explorar, a través de cada pintura, cada fotografía y cada video, este fenómeno que en gran medida testimonia el estado actual de la condición humana.
Críticos de arte y cuadros políticos convergen instituyendo un imaginario coactivo: lo que el cuadro prescribe y violenta en su función de gestor cultural, el crítico lo omite en su escritura de la historia. Las dos acciones reforman continuamente el mecanismo victimario; ambas se vuelven artífices de la culpabilidad del violentado.
Cuando en 2016, Néstor Díaz de Villegas (NDDV) decidió tomar un avión con destino a La Habana, después de treinta y siete años en Estados Unidos, recibió críticas enconadas. Lo acusaron de inconsecuente, de agente infiltrado, incluso, de soplón. El viaje, su regreso a Ítaca, fue leído por muchos como un acto de traición no solo al exilio, sino, también, a sí mismo, a su propia biografía de “gusano”.