La desgracia de Tamara es infinita; más difusa que la bola del mundo, más caliente que la arena del Sahara, más pesada que la Antártida; más profunda que la desesperación, la desolación y la desesperanza, todas juntas.
La desgracia de Tamara es infinita; más difusa que la bola del mundo, más caliente que la arena del Sahara, más pesada que la Antártida; más profunda que la desesperación, la desolación y la desesperanza, todas juntas.
El asunto aquí es la desaparición muy conveniente, para el gobierno de Miguel Díaz-Canel, de casi 9000 fallecidos cubanos.
Las cárceles, llenas de cubanos: hijos, hermanos y padres. Las calles vacías, y muerte en el mar y en la frontera.
También se ofrecen ‘El gran Gatsby’ de Scott Fitzgerald, ‘El maravilloso mago’ de Oz de L Frank Baum y ‘Cuento de Navidad’ de Dickens.
Juez federal dice que los agentes de la Patrulla Fronteriza han retenido ilegalmente a cientos de jóvenes inmigrantes en sitios de detención sin techo al sur de San Diego, sin comida adecuada, agua o protección contra los elementos.
Leí que Michael H. Miranda (Cuba, 1974) ha escrito un libro que son muchos libros. Obsesivo como es, tanto con la escritura como con la lectura, ha ensartado para una sola puntada el material no sobrante de unos dos años de lectura.
Esto significa que el caso de pena capital que lleva más tiempo abierto en la base de Guantánamo (Cuba) podría llegar a su fin 25 años después del atentado terrorista.
Según la Autoridad Palestina, que gobierna partes de Cisjordania ocupada, 137 de los 193 miembros de la ONU ya reconocen un Estado palestino.
Escribir es diseñar el destino, apresurarlo, convocarlo y hasta planificarlo, dentro de eso que los físicos místicos denominan ‘conciencia no local’.
Todavía hay quienes emplean los mismos trucos para hacerse pajas mentales. Cuando le conté esto a mi amigo, me reprochó que no hubiera “leche” en toda la historia. Quería detalles de mis relaciones y de mi vida privada. Ahora, varios años después, puedo reconocer sin tapujos la violencia que ejercí y la que ejercieron sobre mí.
La compilación de short stories clausurada por “Su última reverencia”, aparte de ser la más antigua del canon holmesiano, es la única en cuyo título no reza el nombre del héroe. Sospecho que el atribulado Conan Doyle ya no quería ni mentar a su criatura, lo cual será apenas el comienzo de un festival de extravagancias. Veamos.
Este es el novelista cubano que se le escapó al lazo corredizo de la crítica de los Rojas, los Duaneles y los Fornet. Este sujeto huyuyo se le escapó incluso a la mafia de Miami. Estoy hablando de un tipo capaz de salir indemne de la corrección política, en una Norteamérica que nunca fue tan poco great como lo es ahora.
“Mi interés giraba en torno a los rituales que suceden en la cocina, a los procesos creativos, a los métodos de elaboración… Cocinar y comer representan una fiesta, un performance, un acto de convivencia, de comunicación, un ritual en el que se transmiten e intercambian valores culturales”.