El evangelio de un béisbol que es patrimonio de nuestra nación desaparecida.

El evangelio de un béisbol que es patrimonio de nuestra nación desaparecida.
En mi historia personal, el hecho de ser “color cartucho” ha supuesto un gran privilegio. Al mismo tiempo es una fukin maldición. Entrar en esa bolsa me ha ubicado en una posición de indefinición. Una suerte de inopia racial.
‘Concierto mambí’ engarza el lenguaje culto de la poesía decimonónica con las expresiones populares más crudas. Como cuando dice: “Es más puro y más volao // —más lindo y potente, asere— // amparar al que se muere // que obedecer a un singao”.
Cientos de migrantes haitianos han llegado a Chiapas, el estado más meridional de México, desafiando los recursos locales.
Este perfil pretende desentrañar la compleja narrativa de una mujer que se ha convertido en símbolo tanto del sueño americano como de la naturaleza de la política estadounidense.
Hezbolá al borde de la guerra con Israel al expirar el ultimátum; el inminente discurso de Nasralá hace temer un nuevo conflicto en la zona.
En Estambul, cuerpos de especialistas dilucidan si es viral o bacteriano el arte cubano.
Desde Minnesota, el presidente abogó por una “pausa” humanitaria, subrayando la necesidad de garantizar la liberación de los rehenes en poder de Hamás.
Sueño siempre con un restaurante al extremo de un centro comercial. Sirven la comida por libras, dependiendo del número de comensales. Uno se para junto a un mostrador y pide así, por libras.
Por estos días se está estrenando Mientras dure la guerra, la nueva película de Alejandro Amenábar. Una historia que habla de la España de ayer, pero también de la situación actual y el peligro de la vuelta del fascismo. El guionista de esta película es un cubano sencillo y generoso llamado Alejandro Hernández.
Desde 1959 no han faltado en Cuba funcionarios tocados por la soberbia, ensombrecidos por el ejercicio del desprecio, y, al cabo, por una confusión épica consagrada a la “corrección política” y a las tonterías de la idea del compromiso social inmediato de la literatura.
Toda la clase artística e intelectual española comenzó a encomiar el amor libre, el sexo y las drogas como elementos liberadores de la imaginación en la mente del hombre. Iván Zulueta, director de Arrebato (1980), fue uno de los primeros en desengañarse.