La ley SB4 permite a las autoridades locales detener y deportar a los inmigrantes ilegales. Entrará en vigor en marzo de 2024.

La ley SB4 permite a las autoridades locales detener y deportar a los inmigrantes ilegales. Entrará en vigor en marzo de 2024.
Marlene Azor es doctora en Ciencias Sociales y Humanidades. Entre otros libros, ha publicado ‘Discursos de la resistencia: Los proyectos políticos emergentes en Cuba‘, por la editorial Hypermedia, en 2016.
Agustín Acosta y Nicolás Guillén: ambos eran “de provincia”, estudiaron Derecho, presumieron de antiyanquis, cultivaron eso que se llamó “poesía social” y vertieron bilis sobre Lezama y Orígenes.
Los votantes chilenos rechazan una Constitución conservadora tras haber derrotado previamente una carta magna de izquierdas.
Corea del Norte dispara un misil balístico intercontinental al mar y aumenta las tensiones al reanudar las pruebas de armamento de alto nivel.
Trump acusó a los inmigrantes, en particular a los que carecen de estatus legal, de “envenenar la sangre de nuestro país”.
Las fuerzas israelíes intensifican los ataques en toda Gaza, causando numerosas víctimas civiles en medio de los esfuerzos por lograr un alto el fuego.
Florida y Carolina del Sur azotadas por fuertes lluvias y vientos; cortes de electricidad e inundaciones en Charleston; Nueva York y Maine se preparan para el impacto.
Cada una de estas banderas cuenta una historia de identidad, lucha y unidad.
Al llegar a París sentí que el metro me acogía, que los rostros ajenos me miraban de soslayo y que todos los inmigrantes, los refugiados e indocumentados pisoteados por la Unión Europea y maldecidos por el mar y las fronteras, entendían que mi amor por la humanidad estaba embarrado por el repudio y la tristeza.
Algunos cubanos en la Isla y en la diáspora no estuvieron contentos con el último desfile de la marca independiente Clandestina, y así lo expresaron en las redes sociales. ¿En qué momento, se preguntan, una firma iconoclasta y popular se puso a coquetear con referentes de la moda global, comercial y mainstream?
En torno a la resistencia de la izquierda melancólica a aceptar el fracaso, a obviar sus causas y excusar sus consecuencias para no injuriar lo sagrado, es que la risa totalitaria radicaliza su imaginario: su violencia se vuelve sardónica. Así se convierte, la risa de Castro, en el síntoma del Estado cubano.
El Comandante seguía ante las cámaras, frente a toda la nación por horas y horas, con una jerga nacionalista trasnochada, desconectada de la realidad. El traje de verde oliva y la barba desmenuzada lo hacían lucir cada vez más anacrónico. Era un hombre del siglo XX, de la Guerra Fría, aferrado al poder.