El filme ‘Plantadas’ de Lilo Vilaplana se proyectó en Harvard, reuniendo a cineastas, exprisioneras políticas y la comunidad cubano-americana en un emotivo evento.

El filme ‘Plantadas’ de Lilo Vilaplana se proyectó en Harvard, reuniendo a cineastas, exprisioneras políticas y la comunidad cubano-americana en un emotivo evento.
“Si uno quiere hacer un sistema de escritura que no es presentar un cuento, ni una novela, ni estar en una lista de mejores escritores, ni ganar un premio, tiene que hacer un monasterio, ser un monje; esa palabra suena cursi. Esto es lo que hago y más nada”.
No se me ocurrió otra cosa, invadido por el estupor y la idea de la consagración a lo luminoso, que pedirle a Enzzo que posara para mí mientras yo, despertando al pintor que ya había sido, pintaba su cuerpo con símbolos egipcíacos, escribía fragmentos de mi libro en su piel.
Escribo estas páginas a los 82 años de edad, embrujado por mis dos décadas dentro de la Revolución y mis tres décadas obligado a prestar atención al realismo de Sancho.
He pretendido siempre conservar ese mundo que ha ido desapareciendo y que es, definitivamente, nuestra identidad nacional.
Ser libre es el único modo de ser cultos: nacionalidad sin nación (Saco), república sin nación (Varona), patria sin nación (Mañach).
Haced pública de una vez la pataleta de Heberto Padilla. Revelad por fin su insignificancia. Nos pertenece a todos y cada uno de los cubanos que quedamos.
Es inevitable hallar referentes en su obra que cuestionan transversalmente las jerarquías, las estrategias de poder, las distinciones de clases, la arbitrariedad estatal, la coacción.
Tras la muerte de José Lezama Lima, mientras “hacía limpieza” en la casa, encontró su pasaporte y unas planillas de la embajada norteamericana a medio llenar.
Su obra es una de las más importantes de la literatura cubana contemporánea. Escritor, editor, traductor y crítico, Edmundo Desnoes nos deja en sus novelas el singular testimonio de una época marcada por grandes cambios sociales.
—Ya es hora —dice el padre al percibir el alboroto en el vecindario—, cada cual tome sus pertenencias —se ajusta la bufanda y se dirige a la puerta—. Nunca olviden que “la amargura del exilio es el comienzo de la redención”.
Los textos de Soleida Ríos intervienen los espacios de la memoria y el sueño para llevarnos a sitios devastados y vueltos a fundar en el poema. Oscar Cruz
Una conversación animada e inteligente con el escritor Ronaldo Menéndez.