Un año después de su audaz huida, Flaco, el famoso búho real de New York, cautiva corazones con su odisea urbana, símbolo de resistencia y libertad.
Un año después de su audaz huida, Flaco, el famoso búho real de New York, cautiva corazones con su odisea urbana, símbolo de resistencia y libertad.
¿Estamos limitados, coaccionados, determinados por el lenguaje? ¿Cómo hablar libremente sin que nuestras palabras conviertan a esa realidad en una otra cosa distinta a lo percibido?
‘Yo amo Cuba’ es una entrega de la serie ‘Epizootia’, una columna de la artista Camila Ramírez Lobón en ‘Hypermedia Magazine’.
El gobierno venezolano está convirtiendo los recursos petrolíferos y la migración masiva en peones de un juego de alto riesgo.
Vegetábamos en una nube, flotando tranquilos, hasta que una cadena de errores desató el caos.
Los republicanos de la Cámara de Representantes intensifican los esfuerzos de destitución contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, alegando infracciones de la ley de inmigración.
Bielorrusia se convierte en un aliado clave de Rusia en África, fomentando los lazos diplomáticos y el comercio.
A pesar de la fuerte promoción y las subvenciones, las ventas de VE se estancan, persisten los problemas de recarga y los Estados cuestionan la sostenibilidad de los incentivos financieros.
Ser escritor en Cuba, hoy, es ―¡cómo no!― un tremendo ejercicio de terquedad. De orinar contra el viento. De dar cabezazos contra el muro.
Con antecedentes en La enciclopedia del borracho, obra en la que Yerandee González encuadernó todas las cajas de ron que bebió solo o acompañado, surgió un proyecto al que Hanoi Pérez y él decidieron nombrar Aqua Vitae. No se trata de los anales de glorias etílicas pasadas, sino de las que se pueden auspiciar en lo adelante.
Mi casa siempre ha estado llena de mujeres. Mi madre y mi abuela reciben a muchas vecinas, amigas, conocidas, enviadas (mi abuela es cartomántica). Yo estaba acostumbrado a ver a muchas mujeres, de diferentes físicos y actitudes. Me resultaba normal. Pero el día que vi a Ena Lucía Portela algo se me revolvió bien adentro.
En el principio estaba el facehugger, espeluznante “abraza caras” de la más popular película de Ridley Scott. Un artilugio biológico que reproduce la capacidad fálica de una vulva mejorada en los dominios del sobresalto cósmico. Ese potencial, tan queer como gótico, implica además una impregnación atroz.
“He comprendido estás cosas tardíamente. Ya no tendré tiempo de asomarme a los campos en donde hombres de torsos hermosísimos perviven como estatuas. Soy el nadador de Cheever. Mi historia es triste y efímera, como todas las historias”.