Los Beatles lanzan “Now and Then”, la última canción en la que aparecen los cuatro miembros de la legendaria banda de Liverpool.

Los Beatles lanzan “Now and Then”, la última canción en la que aparecen los cuatro miembros de la legendaria banda de Liverpool.
Ramses usa la pintura como una confesión, un ejercicio de afirmación frente un mundo posible. La semántica de la pintura tendría que atender, en su caso, a las particularidades de esa voluntad de decir y de cifrar.
El avión esperando por mí en tierra y mi mente ya en Miami. En la llegada, la frase temida: “Me acojo a la Ley de Ajuste Cubano” pitando duro en mi cabeza, volviendo mantequilla derretida todas mis coyunturas.
Desde Minnesota, el presidente abogó por una “pausa” humanitaria, subrayando la necesidad de garantizar la liberación de los rehenes en poder de Hamás.
El planteamiento de Trump pasa por gravar las cuantiosas dotaciones de las universidades privadas, inspirándose en su ley fiscal de 2017.
El castrismo existe antes de Fidel Castro, en la consagración de la teleología revolucionaria martiana desde fines del siglo XIX.
Eso no asegura que los gusanos no se darán el banquetazo, y más si vives en una isla enclenque y azotada por la mezquindad, la ruina y la pobreza.
Los civiles comienzan la evacuación de Gaza a Egipto tras los intensos bombardeos israelíes. Un acuerdo mediado por Qatar ofrece un atisbo de esperanza a la crisis.
Las respuestas latinoamericanas pueden clasificarse en tres posiciones principales: antiisraelí, neutral o simétrica y proisraelí. Conoce qué posición elige cada país.
Palabras de presentación del libro Tres metros cuadrados de purgatorio (Hypermedia, 2018), de María Elena Hernández Caballero.
¿No presenta la Rusia de Putin la paradoja de una ideología nacionalista que vive del usufructo de dos personajes tan disímiles como Nicolás Romanov y Stalin? Un hipotético regreso político del exilio a Cuba, de perseverar el mapa ideológico que ha deslindado el fenómeno del trumpismo, podría provocar una de esas raras fusiones posmodernas.
“No tocar” a Fidel Castro, como ordena el mandato estatal, supone mantenerlo en un circuito público controlado donde no tiene lugar la crítica; un circuito higienizado y “securitizado”, a prueba de riesgos, atravesado por la retórica de la amenaza y el control de daños.