“No habrá que emplear la fuerza, ni habrá que andar con fusiles por la calle, ni metiéndole miedo a nadie”.

“No habrá que emplear la fuerza, ni habrá que andar con fusiles por la calle, ni metiéndole miedo a nadie”.
Me preguntan qué puedo aconsejar a los jóvenes que quieren ser escritores. Siempre doy la misma respuesta: si pueden dedicar su vida a otra cosa es mejor que se olviden de la escritura.
El yo de cualquier artista sólo resulta interesante cuando nos propone una relación incómoda con la realidad.
Nos ordenaron ponernos frente a una pared, apoyando nuestras manos en ella y separando los pies hasta que el cuerpo adquiriera la forma de una X.
Una invitación voluptuosa y celebratoria para cerrar 2024. Que, en medio del páramo, el espíritu de la Navidad los arrope en los tiempos por venir.
Si un padre muere de súbito en La Habana, y uno está literalmente del otro lado del espejo, ¿dónde se produce o acontece o se hace el dolor?
Para qué medir la felicidad, si la infelicidad y el desatino son el gran nudo, la perfecta armonía de este país.
Dejar solo el templo en los días de fiesta es desertar de las banderas de la patria; y ¡de la patria puede tal vez desertarse, mas nunca en su desventura!
La libertad se parece a esa sonrisa con que la muerte nos llama. Es promesa de una plenitud allende el turbio reino de este mundo.
Emilia no solo es la razón de esta escritura, es también su víctima. Como fémina, me rebelo. Como escritora, caigo en el dilema.
Fragmento de la novela ‘Tantas razones para odiar a Emilia’, Ediciones Furtivas. Miami, 2021.
Arnoldo Fernández Verdecia (1971) es un escritor, periodista, docente e historiador cubano, graduado de la maestría en Ciencias Sociales y Pensamiento Martiano por la Universidad de Oriente.
Más de un año después de su dimisión como ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami ha sido detenido acusado de corrupción.
39 millones de personas en todo el mundo conviven con este virus. Es una enfermedad que causa alrededor de 630.000 muertes al año.
La obra artística y la influencia de Luis Manuel Otero Alcántara podrán ser vistos una vez más en las calles de Miami Beach con la reactivación de su emblemática performance “Miss Bienal”. El activista y director de Yucabite, Norges Rodríguez estará a cargo de la performace.
Cuatro hombres acusados por el atentado de Moscú, dos se declaran culpables. ISIS reivindica la autoría. Putin culpa a Ucrania.
Trump acusó a los inmigrantes, en particular a los que carecen de estatus legal, de “envenenar la sangre de nuestro país”.
Las fuerzas israelíes intensifican los ataques en toda Gaza, causando numerosas víctimas civiles en medio de los esfuerzos por lograr un alto el fuego.
Lloró y lloró hasta formar un charco en su parte de la mesa. De no haberlo visto, jamás habría creído que alguien pudiera soltar tantas lágrimas.
Esa cubanía que honrosamente cargamos, que involucra valores, ideas, emociones, actitudes, aún arrastra la pesada carga de una nacionalidad que la opaca, la reduce y la deshonra. Una carga que, independientemente de nuestra voluntad, revela las insufribles paradojas de la cubanía.
Las protestas masivas que posibilitan una transición democrática, típicamente han involucrado interacciones estratégicas sostenidas, en las que las élites totalitarias primero intentan contener las protestas a través de una combinación de represión y concesiones parciales. Estas interacciones pueden durar meses, o incluso años.
Esta es la imagen que quiero para esta entrevista: Jorge Enrique Lage guiñando un ojo en Cuba, en su negativa al silencio: “Me gusta el instrumental de la ciencia-ficción, las movidas con el tiempo. Y me gusta trastear cacharrería en paro técnico. Para otras cosas más productivas, se necesitan habilidades de las que yo carezco”.
A diferencia del escenario artístico anterior a la Revolución, cuando la prensa hablaba con regularidad sobre las tendencias no figurativas, en 1966 las publicaciones sobre el tema podían contarse con los dedos de las manos.
Con la película anterior pensé que no iba a volver a filmar y ahora lo he podido vivir minuto a minuto sin adelantarme ni tratar de evitar los momentos de dolor. Estar más viejo ayuda a eso. A estar en el momento. A saber estar.
“Yo le dije a Axel lo que quiero que ponga en mi tumba. ‘Aquí está la gozadora, la que gozó y la que sigue gozando’”.