Capítulo del libro: ‘Rusia: el regreso de la potencia’, de David Teurtrie (Hypermedia, 2024).

Capítulo del libro: ‘Rusia: el regreso de la potencia’, de David Teurtrie (Hypermedia, 2024).
Dos mil personas encerradas en un pueblo que está en el mismo centro de una isla que también se ha encerrado en sí misma: ‘Atlántida’.
Las viejas estructuras de las escuelas Pías se resisten a desaparecer bajo las capas de la desidia en que la isla sucumbe.
El peligro real te abraza en las mañanas y pronto te apuñalará por la espalda.
TikTok no es un lugar para conectar con otros. Es un sitio donde perder el tiempo.
“Mana, me voy del país. Venderé la casa con todo adentro. Haré la travesía hacia los Estados Unidos. Ya no resisto más…”.
El entramado de la prostitución trasciende al mero trabajador sexual para terminar involucrando a toda la sociedad.
Un halo de tristeza y esperanza para aquellos que se encuentran en la Isla y quienes han buscado un futuro allende los mares.
Sólo dos detalles han impedido que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel sea un invitado de honor en el Congreso estadounidense.
Flaco era un águila-búho eurasiática. En definitiva, una de aquellas lechuzas de nuestra infancia televisada. Su signo era Piscis.
La obra de Martí ha sido llamada a justificar el unipartidismo, el control estatal sobre la libertad de expresión, la supresión de derechos humanos, la eliminación de mercados libres, la posmodernidad y la globalización.
Un hombre que conoce todos los dolores, todos los engaños, todas las razones de dudas, todas las inquietudes y los tormentos todos de los hombres.
Las memorias escritas por el líder opositor ruso Alexei Navalny antes de su encarcelamiento y muerte se publicarán a finales de este año.
El nuevo documento califica el conflicto ucraniano de “guerra santa” para defender la “Santa Rusia” y esboza ambiciosos objetivos, como aumentar la población rusa de 144 a 600 millones.
El poeta se confiesa hostil a las epopeyas memoriosas. Casi no se autoanaliza, ni le interesa apelar al encanto de otra época, más dichosa que los difíciles años en que escribe y publica estas páginas.
Arnoldo Fernández Verdecia (1971) es un escritor, periodista, docente e historiador cubano, graduado de la maestría en Ciencias Sociales y Pensamiento Martiano por la Universidad de Oriente.
Con aproximadamente 7.000 migrantes detenidos en el año fiscal 2023, la cifra de cruces ilegales supera el total de los 12 años anteriores juntos.
Brasil envía a su hombre fuerte para las relaciones internaciones, con el objetivo de resolver la escalada entre Venezuela y Guyana. Al mismo tiempo, acantona el ejército en la frontera.
EE.UU. niega las “absurdas” acusaciones de Cuba de planear ataques violentos, destacando las continuas tensiones y la falta de pruebas de las afirmaciones cubanas.
Muchos cubanos desconocen que en 1870 casi nos volvemos parte del imperio alemán que Bismarck cocinaba en Europa.
El otro-excusa es la vía de escape social. Es el monótono despuntar de la desidia. “Mejor que lo haga otro, porque yo no voy a cambiar nada”. Es la rabia del infantilismo social. Perpetúa el equívoco de dejar la vida en manos ajenas: que otro decida por ti, por tus sueños y tus realidades, por tus hijos y tus nietos.
A Otaola se le podría acusar de llevar el anticomunismo hasta la histeria propia del mismo sistema que ataca, y sería verdad. También podría decirse que enarbolar estrategias excluyentes anima a la dictadura a reproducir el mismo patrón, y sería verdad. Pero Otaola es mucho más que una verdad y muchas mentiras.
Para matar a Robin Hood. Escritos de cine 2005-2015 (Hypermedia, 2017), de Néstor Díaz de Villegas, es un libro bien conocido por algunos críticos cubanos, y que tal vez se encuentra en más bibliotecas personales por acá de las que sospechamos. Solo que sus dueños no lo revelan.
Pensaba que las notitas de amenazas bajo la puerta eran una broma de mal gusto. También el DM en Instagram como respuesta a mi texto sobre la fiesta del agua: ‘Te vamos a partir las patas’.
Miguel comenzó a hacer películas cuando tenía 17 años. Desde entonces carga con sus equipos. En teoría, no podría volver a hacerlo. Tendría problemas hasta para editar. Su cine extremo a los 40 años de edad le provocó una falla sistémica.
Desde el comienzo de este milenio, la Bienal es solo un nombre: se hace cada tres años o más, según dicten los títeres subordinados al Consejo de Estado y a sus manos “ocultas”, hoy visibles.