La política de Trump sobre Ucrania parece errática y enigmática. Pero podría estar siguiendo una estrategia muy precisa, formulada por Curtis Yarvin.

La política de Trump sobre Ucrania parece errática y enigmática. Pero podría estar siguiendo una estrategia muy precisa, formulada por Curtis Yarvin.
Orlando Rojas tuvo la grandeza de no detenerse en la peripecia social y cultural del castrismo esterilizador. Su película llega a la intensidad de la poesía y la aniquilación humana.
Para que alguna voz de mujer exclame desde lo más profundo de su impotencia y su necesidad: “pongan la corriente, repinga”.
Una nueva crítica a la migración está ganando terreno. Debemos tomarla en serio.
Capítulo del libro ‘Historia de la música popular cubana. De las danzas habaneras a la salsa (1829-1976)’, de Antonio Gómez Sotolongo (Hypermedia, 2024).
El regreso de sanciones más estrictas afectará la industria petrolera y gasífera de Venezuela, socavará su economía y aumentará la migración, pero es poco probable que debilite el control del presidente Maduro.
El costo de mantener al hombre más rico del mundo a su lado está aumentando para Donald Trump.
La mayoría de las películas proponen episodios de incomprensión entre los humanos y la inteligencia artificial.
La desgracia de Tamara es infinita; más difusa que la bola del mundo, más caliente que la arena del Sahara, más pesada que la Antártida; más profunda que la desesperación, la desolación y la desesperanza, todas juntas.
Tras la muerte de José Lezama Lima, mientras “hacía limpieza” en la casa, encontró su pasaporte y unas planillas de la embajada norteamericana a medio llenar.
Nuestra realidad se acerca a lo inevitable. Cuba y su mierda convidan a escapar, como en algunos finales de ‘La isla vertical’.
Alberto Garrandés (La Habana, Cuba, 1960) es narrador, ensayista y editor. Considerado uno de los autores más prolíficos de la generación de los novísimos. Premio Nacional de la Crítica en 2000. Reside en La Habana.
Fragmentos del libro ‘La Cuba del siglo XIX’ (Editorial Betania, 2024) de la académica española Inés Ceballos Fernández de Córdoba.
“La instalación ‘Piedra iluminada / piedra no iluminada’ de Wilfredo Prieto es una obra que desafía al espectador a cuestionar las dualidades y contradicciones inherentes a la existencia humana”.
Imagina una versión en miniatura de un órgano, con su propia estructura y funcionalidad, pero de tamaño microscópico. Eso es un organoide.
Cuatro hombres acusados por el atentado de Moscú, dos se declaran culpables. ISIS reivindica la autoría. Putin culpa a Ucrania.
Brasil envía a su hombre fuerte para las relaciones internaciones, con el objetivo de resolver la escalada entre Venezuela y Guyana. Al mismo tiempo, acantona el ejército en la frontera.
EE.UU. niega las “absurdas” acusaciones de Cuba de planear ataques violentos, destacando las continuas tensiones y la falta de pruebas de las afirmaciones cubanas.
Fidel Castro le dijo al profesor Gustavo Kourí: “No sabes lo que estás hablando: el SIDA va a ser la epidemia de este siglo y va a diezmar poblaciones”.
El otro-excusa es la vía de escape social. Es el monótono despuntar de la desidia. “Mejor que lo haga otro, porque yo no voy a cambiar nada”. Es la rabia del infantilismo social. Perpetúa el equívoco de dejar la vida en manos ajenas: que otro decida por ti, por tus sueños y tus realidades, por tus hijos y tus nietos.
A Otaola se le podría acusar de llevar el anticomunismo hasta la histeria propia del mismo sistema que ataca, y sería verdad. También podría decirse que enarbolar estrategias excluyentes anima a la dictadura a reproducir el mismo patrón, y sería verdad. Pero Otaola es mucho más que una verdad y muchas mentiras.
Coincidí con Raúl Hernández el día que adoptó el nombre de Raulito Bazuk, y el día que su madre y él nombraron su restaurante: Grados. Esta conversación para Hypermedia Magazine comenzó en febrero y la terminamos por estos días de cuarentena. Pese al cierre de todos los restaurantes del país a causa de la pandemia, Bazuk es optimista.
He pretendido siempre conservar ese mundo que ha ido desapareciendo y que es, definitivamente, nuestra identidad nacional.
Las producciones de Consalvos reclaman por volver al origen del artista, hacia esa isla que le vio nacer, a su patria compartida hasta el último pedazo de imagen recortada y pegada en sus ‘collages’.
“Yo creo que me gradué de cubano ya después de algunos años de exilio”.