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Eslabones perdidos

Me vuelvo a ver adolescente subiendo los 160 peldaños de metal de la antorcha, asomándome luego a unas ventanillas sucias por las que se veía una Nueva York “super cool” y hedionda.

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Nada cambió

Con un gran número de oportunidades, cualquier cosa extravagante, sucederá. Lo más improbablea priori, termina con la mayor probabilidad por el simple hecho de la repetición.

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