Un cruce entre culturas: del ʻpatakinʼ yoruba al ʻkwaidanʼ japonés, y no es eclecticismo.
Un cruce entre culturas: del ʻpatakinʼ yoruba al ʻkwaidanʼ japonés, y no es eclecticismo.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski no “hizo su tarea” antes de entrar a la Oficina Oval con el presidente Trump y su vicepresidente, JD Vance. ¿Qué salió mal?
Increíble. Las Leylands eran la civilización occidental hecha guagua rodante sobre el asfalto de La Habana.
En la ruta final de la dictadura de Gerardo Machado, cuando Cuba ya se había convertido en un hervidero político llegó el pintor japonés Tsuguharu Foujita al puerto de La Habana.
El teniente Tamayo nos convocó y dijo: “Ninguno de ustedes va a sobrevivir”.
“El disparate es el auténtico motor de cambio, el puñetazo infantil del cual se desprenden los grandes progresos de la Humanidad”.
En vez de escribir metralla / cabría poner la lupa / en el ‘flow’ de la papaya / cuando un labio se la chupa.
“Entonces, digamos que mañana salimos de la cárcel. ¿A dónde vamos? ¿A la misma Cuba o a un exilio obligatorio?”.
A veces pienso que la muerte es lo único que logra conmovernos. Constituye nuestra forma de creación artística, nuestro único medio de expresión.
Un hombre de carácter difícil, grandísimo conocedor de música y especialmente de jazz, con textos ensayísticos de gran penetración y una gran cultura.
“Las sociedades basadas en un ideal terminan siendo deshumanizantes, mientras que las materialistas provocan la búsqueda de un ideal”. Es hora de subvertir toda lógica, dado que Dios ha muerto y el comunismo es un fantasma.
“Es el relato de un judío tan escrupuloso con el ‘shabat’ que prefiere quedarse en su habitación, como los padres del desierto, hasta que la tentación venga a buscarlo”.
“Si no vienes a jugar, no me dices quién te mandó, y ni siquiera me das tu verdadero nombre, mejor te vas”.
El asesino de mi sombra tocó a la puerta. / Lo acompañaban dos fantasmas. / Venían de un bosque de panteras. / Dejaron los caballos japoneses en el jardín.
Esta vez la bulla se oyó bajito. El poder forzó al silencio, con control de un tipo de espacio “privado” que en la práctica extiende y profundiza la asfixia estatal sobre el individuo.
El Estado Islámico reivindica la autoría después de que hombres armados con uniforme de combate abrieran fuego y, al parecer, detonaran explosivos en el Ayuntamiento de Crocus.
El Partido por la Libertad, de Geert Wilders, gana las elecciones en los Países Bajos, abogando por el rechazo al islam, la salida de la UE y el antialarmismo climático.
Las tensiones aumentan en Estados Unidos a medida que los nuevos inmigrantes obtienen permisos de trabajo y los residentes de larga duración, algunos de los cuales llevan décadas esperando, se sienten ignorados.
La imagen de un proyecto que suponía la pertenencia a una cultura, civilización y raza específica: un ideal de República moderna, occidental e independiente.
En el universo trumpista hay una última justificación para la derrota: Trump perdió porque tenía a todo el mundo en contra. “Big media, big money and big tech” se confabularon para perpetrar “historic election interference”. Pero sin los big media Trump jamás habría accedido no ya a la presidencia, sino a la candidatura.
Según las señales del gobierno el escenario más probable es el deslizamiento a un “capitalismo militar de Estado“ sin derechos ciudadanos.
Una conversación con Juan Abreu a propósito de la publicación del libro Emanaciones. 2008-2011 (Hypermedia, 2019).
Sobre la capacidad que tiene el arte ‘brut/outsider’ de incorporarse a los debates teóricos y artísticos de la contemporaneidad, y contribuir al desarme de postulados elitistas.
“Me considero un investigador del arte. No de la manera científica, sino como un escritor que colecta información. He trabajado con mapas y escenas gráficas de corte onírico, de la cultura documental, surrealista, antropológica; al final me sale algo narrativo, en imágenes”.
Ana de Armas y Ben Affleck habían cancelado nuevamente su presencia. Esta vez de forma definitiva. Explicaron que querían ver la película, pero no en nuestra casa, porque no querían problemas.