Algunos más parecen pujar como parturientas que gruñir y resoplar como todo buen quemador que se respete.

Algunos más parecen pujar como parturientas que gruñir y resoplar como todo buen quemador que se respete.
“Pensaba en lo avergonzada que se sentiría si tuviera que llegar a explicarle a algún colega que ella, doctora en Ciencias Bioquímicas, estaba considerando un remedio mágico para su hermana”.
“Es poesía. Nostalgia, su Orlandostalgia. La anunciación de un destino… cambiable, perfectible”.
La ironía es que, en el fondo, él ama ese país como muy pocos de su generación lo aman. Estoy seguro.
Alfonso Quiñones es un poeta y periodista cubano. En noviembre de 2024, presentó su antología ‘Segundo libro de los olvidos’ (Hypermedia).
Israel es odiado no por haber usurpado territorios que los árabes consideraban suyos, sino por ser la punta de lanza de Occidente en ese ámbito del Oriente Medio enquistado en el despotismo y el atraso.
Lo precioso es que, al escudriñar nuestra mortalidad, podemos hallar nuestra condición de eternidad.
Mientras tiene lugar la fiesta del cine latinoamericano en La Habana, el Gobierno cubano avanza leyes y decretos que penalizan la libre expresión y creación cultural.
A los federales: Para ahorrarles una investigación prolongada, declaro de manera categórica que no estaba trabajando con nadie.
El castrismo existe antes de Fidel Castro, en la consagración de la teleología revolucionaria martiana desde fines del siglo XIX.
Hablar de su estilo es un enorme signo de interrogación, porque para Jamila Medina la literatura nunca es juego de composición sino de exploración.
No sabrá siquiera / De su propia Muerte / Muerte ignorada / Quizás peor que la muerte que duele / La que deja constancia y espanto de decir / “Ah, miren, estoy muriendo” / El tiempo es horror / El infinito.
Las elecciones de 2024 suscitan un debate sobre la edad presidencial, ya que los candidatos serán los más viejos de la historia, lo que provoca dudas sobre su idoneidad para el cargo.
A dos años y medio de las protestas masivas del 11 de julio, cientos de cubanos inocentes guardan prisión en Cuba, entre ellos quince artistas.
Los cárteles mexicanos se infiltran en Montana, explotando el aislamiento de las comunidades indígenas, traficando con metanfetamina y fentanilo.
Las acciones encubiertas de Irán suponen una amenaza. La influencia que ha logrado en la región, “puede terminar en una bomba nuclear en América Latina”.
Estados Unidos decomisa de un Boeing 747 vendido ilegalmente por Irán a una empresa venezolana, alegando violaciones de la ley de exportación.
El acuerdo permite la investidura de Pedro Sánchez, y planes para una ley de amnistía que proteja al movimiento independentista catalán.
El político Alejo Vidal-Quadras en estado muy grave en el Hospital de la Princesa, tras ser disparado en la cabeza en plena calle.
¿Para qué ha de servir este año nuevo, para acorralar más a los cubanos en su propia tierra, para debilitarles más el ánimo con la desconfianza de sí propios, para tirar unas cuantas piedras doradas y pulidas, como protesta única, a la cara de bronce del opresor?
El virus (y su efecto mediático) está haciendo estragos desde hace meses, pero seamos justos: este microorganismo nos ha traído beneficios a algunos mortales: sosiego, permanencia en el hogar, preparar con calma los alimentos, dormir lo necesario, pasar más tiempo con quienes amo… Y he aquí que de pronto estoy pensando en animales.
Las respuestas a la epidemia ponen en evidencia las fantasías inmunitarias de cada sociedad, las ficciones de control, superioridad e invulnerabilidad, en unos casos, y de minusvalía o precariedad, en otros. En palabras de Paul B. Preciado: “Dime cómo tu comunidad construye su soberanía política y te diré qué formas tomarán tus epidemias y cómo las afrontarás”.
Una entrevista con el novelista, poeta y periodista Andrei Filimonov.
La cultura, como la democracia, debe incluir muchísimas maneras de pensar y de hacer, de lo contrario esto nos vuelve una especie de extremistas culturales.
Yo no podía y no quería volver a Cuba, y no me iban a admitir después, ni aunque quisiera. Así que, cuando me fui, sabía que no volvería más. Ya sabes que tienes que adaptarte a lo que sea, con más razón si tienes un pasaporte que, donde quiera que te pares, dice que eres un exiliado político.
Cachao me recibió en su apartamento de Miami una tarde de verano del año 2006. No tuve necesidad de insistirle, ni de responder preguntas previas por teléfono. Vestía una camiseta blanquísima, de esas que solían llevar los hombres bajo las camisas.