Esa chica sería yo en los sesenta, una piedra rasposa y contestataria. Lástima que nací en el lugar equivocado.

Esa chica sería yo en los sesenta, una piedra rasposa y contestataria. Lástima que nací en el lugar equivocado.
En una de sus habitaciones se dio la famosa discusión entre Gómez y Martí sobre un tema que a pesar de los muchos años transcurridos nada ha perdido en urgencia.
Todos los poderes dinásticos contienen y esconden enormes dosis de podredumbre y de voracidad.
Restaurar el imperio, con tecnócratas al mando. Transformar el Estado en una startup. Curtis Yarvin quiere poner fin a “el fallido experimento democrático de los dos últimos siglos”.
La política de Trump sobre Ucrania parece errática y enigmática. Pero podría estar siguiendo una estrategia muy precisa, formulada por Curtis Yarvin.
El nivel de restricción más severo prohibiría por completo la entrada a ciudadanos de 11 países en Estados Unidos, entre ellos, a los cubanos.
Cuba, que había marchado con Casal y con José Martí al frente del movimiento modernista, estaba llamada a perder su supremacía.
Una nueva crítica a la migración está ganando terreno. Debemos tomarla en serio.
Capítulo del libro ‘Historia de la música popular cubana. De las danzas habaneras a la salsa (1829-1976)’, de Antonio Gómez Sotolongo (Hypermedia, 2024).
“Odette es una relatora del tiempo y, como tal, lo que cuenta incide en la vida de los demás, no como coincidencia; más bien como incisiva descripción”.
Magali Alabau. Poeta. Nació en Cuba y reside en Nueva York desde 1968. Estudió teatro. Ha publicado entre 1986 y 2016 nueve poemarios.
Una escritura que desacraliza y destruye, a partir de elementos asociados a lo femenino, lo escatológico y lo sexual lésbico, los paradigmas impuestos por el poder opresivo del patriarcado.
Los símbolos patrios pertenecen a toda la ciudadanía, hacen parte del imaginario colectivo de la nación que, a su vez, se ha nutrido de la historia construida a lo largo de nuestro devenir.
Estados Unidos anunciará importantes sanciones contra Rusia por la muerte de Alexei Navalny y la guerra de Ucrania, dirigidas contra la base de defensa.
La estrella cubana de flamenco Irene Rodríguez hace de Tampa su nuevo hogar, compartiendo su pasión y reconstruyendo su vida a través de la danza.
“Los esforzados dueños-choferes de almendrones son sólo otra de las tantas categorías de héroes anónimos que mantienen, mal que bien y nadie sabe cómo, la Isla funcionando. O que, al menos, evitan que se hunda definitivamente”.
Las acciones encubiertas de Irán suponen una amenaza. La influencia que ha logrado en la región, “puede terminar en una bomba nuclear en América Latina”.
Varias ciudades de EE.UU. están poniendo coto a las festividades de Halloween, imponiendo restricciones de edad y tiempo al truco o trato.
A partir del 1 de noviembre en Pakistán, miles de migrantes afganos indocumentados, se enfrentan a un éxodo forzoso que suscita preocupación humanitaria.
“Y no voy a permitir ni una ofensa, ni opiniones de nadie, porque nadie sabe los problemas de nadie, por lo que le digo q por favor no traiga más a su compañera aquí a mi casa.”
La violencia política no es una preocupación para los intelectuales cubanos, complicidad nunca gratuita. Lo tácito, lo anónimo pasan a ocupar el lugar de la responsabilidad y el diálogo. Secuelas de la estatización y la colectivización, secuelas de una política afectiva deshumanizante y, digámoslo, secuelas del totalitarismo en curso.
La avalancha de videoclips que provocaron los accidentados y populistas festejos por el medio milenio de La Habana, terminan reduciendo la tan llevada y traída cubanía o cubanidad a una panda de fantoches danzantes adictos a la adrenalina, la testosterona y el estrógeno, que fluyen a mares en las paroxísticas cumbanchas.
Jorge Luis Arcos conversa sobre las principales coordenadas de la obra de Lorenzo García Vega.
Ana: verla así, cubana en sangre, hija de Los Angeles, California, deslumbrando al espejo del mundo con un gesto, con una lágrima, me hizo pensar en esa niña que siempre he llevado dentro.
Inquieto y desgarrador, apasionado, soberbio, exquisito, el arte mediático de Erik Ravelo destila magia creativa, un ojo peculiar y una visión conceptual propia y a la vez universal. Su mensaje es diverso y multifacético; genera preguntas incómodas pero necesarias, en una exploración estética que desconoce límites entre formas y medios de expresión.
“Produje mi obra al mismo tiempo que ellos, pero no creo pertenecer a la generación de los noventa. Tampoco creo ser el representante más importante en el campo de la escultura y el dibujo de esa generación, como lo escribes, no creo ser representativo de ella: los textos críticos y las exposiciones lo muestran”.