Mañana habrá quien, frente al mar, cuente mejor estas cosas. Mañana.

Mañana habrá quien, frente al mar, cuente mejor estas cosas. Mañana.
Ser cubano es una combinación sin igual de presunciones y malentendidos, que implica aceptar una condición cada vez más patética y abstrusa.
“La realidad es que más dispositivos digitales equivalen a menos tiempo para concentrarse y, por supuesto, para pensar”.
Aunque encarcelado desde hace más de tres años, Luis Manuel Otero Alcántara se las agencia una y otra vez para burlar la reclusión impuesta por el Estado cubano.
¿Quién hubiera podido imaginar que tener un tatuaje que dice “libertad” en la cadera iba a ser motivo para separarme de mi hijo?
Un poco antes no hubieran podido estar en este espacio público, tomándose estas cervezas, a esta hora de la noche, en este país.
Hombres con sus cuerpos flotando sobre balsas. O expuestos al sol, con el trasero al aire, en duchas.
“Vivimos en un momento liminar; más temprano que tarde se impondrá una noción de lo universal en su sentido fuerte, tradicional, que no distinguirá ni credos, ni culturas, ni filiaciones”.
Los campamentos de verano pretenden camuflar, con dinámicas de socialización y experiencias “únicas”, el diseño y transmisión de antivalores alineados al discurso oficial.
El castrismo existe antes de Fidel Castro, en la consagración de la teleología revolucionaria martiana desde fines del siglo XIX.
Hasta ayer creímos que viviríamos / para siempre y hoy pareciera / que lo humano está al borde de sí mismo / como a punto de quebrarse.
Podría ser La Lupe, poco antes de exiliarse hacia su ‘larghetta e spiritosa’ conversión evangélica. O Daisy Granados, que apenas estrenaba su carrera como diva del Titóntalitarismo insular. En cualquier caso, es idéntica a una de esas ninfas analfabetas que pululan por las novelas trestristestigresinas de Guillermo Cabrera Infante.
Partiendo de Tapachula, el grupo ha recorrido casi 40 kilómetros hasta Huixtla, con planes de dirigirse a Escuintla tras una noche de descanso.
El experto militar Oleg Zhdanov afirma que la muerte de Putin no cambiará Rusia, advirtiendo de una transición más dura y de la continuación de la agresión a Ucrania.
Los datos que se esperan del análisis están destinados a probar la teoría que sugiere que los asteroides trajeron los primeros fragmentos de vida a la Tierra.
¿Te vas? ¿Otra vez te vas? ¿Y hasta cuándo? —ella interroga, pero el hombre la mira y no responde. La mira y no la besa…
El presidente de EE.UU., Joe Biden, y el de México, Andrés Manuel López Obrador, hablan de migración en medio de tensiones por supuestas acusaciones de la DEA contra el mexicano.
Un hombre armado mató a 18 personas en un aterrador tiroteo en una bolera y un bar de Lewiston, lo que ha provocado una persecución masiva por todo Maine.
Lewiston, Maine, conmocionado tras un trágico tiroteo que deja 16 muertos y decenas de heridos. Las autoridades inician una persecución del sospechoso, Robert Card.
Es una vergüenza que la ONU ayude a sostener la ficción de que los cubanos pasan hambre y huyen del país por culpa del imperialismo estadounidense.
La empresa privada en Cuba: ¿Funciona? ¿Le interesa al Estado? ¿Los nuevos empresarios hacia dónde van?
¿No presenta la Rusia de Putin la paradoja de una ideología nacionalista que vive del usufructo de dos personajes tan disímiles como Nicolás Romanov y Stalin? Un hipotético regreso político del exilio a Cuba, de perseverar el mapa ideológico que ha deslindado el fenómeno del trumpismo, podría provocar una de esas raras fusiones posmodernas.
Maldito Menéndez: «Artecalle fue un experimento que salió muy bien o muy mal, dependiendo de quién lo mire. Fue un logro para la cultura cubana, pero a ojos del ala más dura del poder, de corte estalinista, fue un desastre mayor».
“Cine alternativo”, “sumergido”, “paralelo”, “independiente”, “joven”, bajo cualquiera de estos nombres se ha llamado lo que transcurre hoy en Cuba a destiempo de la construcción del Cine Nacional.
Nuestros dirigentes tienen mucho que aprender. Algunos están a tiempo. Solo hay que poner las manos atrás, como cuando se entra a un museo. Escuchar y quitarse la careta. Sincerarse y decir: “Sí, sé que en este momento la policía está dando golpes, pero yo no puedo hacer nada, porque tengo miedo, porque también tengo una hija”.
Alpidio Alonso no es un poeta. Y los cuentos de Fernando Rojas nos los sabemos todos. Ya todo es a la cara. Hay muchos represores que no muestran el rostro. Pero estos policías del Ministerio de Cultura no van a tener dónde meterse. Pueden cortar el internet, quitar los teléfonos, golpear… Pero la verdad siempre saldrá. Ahora o mañana. El tiempo de los violentos se venció. Paz, pero no olvidaremos.