La noticia me sorprende. “Se fue. Aún no sabemos si pudo llegar a la frontera”.
La noticia me sorprende. “Se fue. Aún no sabemos si pudo llegar a la frontera”.
“Si el régimen israelí comete otro error, la respuesta de Irán será considerablemente más severa”, declaró la misión iraní ante las Naciones Unidas.
Esta va a ser una semana especialmente tensa en Oriente Medio, incluso para los estándares de una región ya de por sí volátil.
¿Pudiera sugerir que el viejo escritor se fue con el viejo año? ¿Que 2024 se lo llevó de un soplo? ¿Me creerían?
Nos ordenaron ponernos frente a una pared, apoyando nuestras manos en ella y separando los pies hasta que el cuerpo adquiriera la forma de una X.
Una invitación voluptuosa y celebratoria para cerrar 2024. Que, en medio del páramo, el espíritu de la Navidad los arrope en los tiempos por venir.
Si un padre muere de súbito en La Habana, y uno está literalmente del otro lado del espejo, ¿dónde se produce o acontece o se hace el dolor?
El fotógrafo norteamericano Lee Lockwood es el culpable clave en esta tragedia. Su lente los está delatando a las autoridades. Su arte de periodista profesional norteamericano acaba de desgraciar a seis familias cubanas.
¿Se podría establecer un paralelismo entre el aumento de los niveles de violencia ciudadana con un posible inicio de episodios de violencia política contra el Estado y sus representantes?
Si hay un escritor anclado a la ‘weird fiction’ en quien la extensibilidad contaminante de lo sobrecogedor se expresa en lo descriptivo más que en lo narrativo, ese es Thomas Ligotti.
Desde las antípodas de esa zona decadente donde la pintura ha dejado de ser un medio expresivo para convertirse en una pigmentación debilitada y vergonzosa.
¿Es posible hacer en Cuba, ahora y en este contexto caótico, una literatura que no sea política?
Con 8000 palestinos reportados muertos, Gaza enfrenta desesperación humanitaria, con residentes saqueando almacenes de la ONU.
La miseria particular de Cuba es una miseria autofabricada y autoimpuesta por EL PUEBLO y LA VOZ. Causa y efecto: LA VOZ clama y EL PUEBLO delira.
Nuestros dirigentes tienen mucho que aprender. Algunos están a tiempo. Solo hay que poner las manos atrás, como cuando se entra a un museo. Escuchar y quitarse la careta. Sincerarse y decir: “Sí, sé que en este momento la policía está dando golpes, pero yo no puedo hacer nada, porque tengo miedo, porque también tengo una hija”.