Habana de enamorados y suicidas, llegar hasta el borde y no caer. Él dice, Ella dice. La ciudad escucha. Mañana, el mar.
Habana de enamorados y suicidas, llegar hasta el borde y no caer. Él dice, Ella dice. La ciudad escucha. Mañana, el mar.
La patria llora en la basura / buscando su foto de patria seductora, / patria con su reflejo / de cristales que no reflejan / sino al gris de los hombres.
“Si el régimen israelí comete otro error, la respuesta de Irán será considerablemente más severa”, declaró la misión iraní ante las Naciones Unidas.
“No habrá que emplear la fuerza, ni habrá que andar con fusiles por la calle, ni metiéndole miedo a nadie”.
¿Pudiera sugerir que el viejo escritor se fue con el viejo año? ¿Que 2024 se lo llevó de un soplo? ¿Me creerían?
Nos ordenaron ponernos frente a una pared, apoyando nuestras manos en ella y separando los pies hasta que el cuerpo adquiriera la forma de una X.
Una invitación voluptuosa y celebratoria para cerrar 2024. Que, en medio del páramo, el espíritu de la Navidad los arrope en los tiempos por venir.
Miren esos ojos, compañeros, perdidos en la luz de la ventana o los raquetazos del Jefe. Destilan presencia y orgullo. Son biología hecha voluntad. Irradian ideas de un futuro con ínfulas de inmortalidad. Todo pulcro, todo positivo: fe, fuerza, fascismo.
Gracias a las putas se sostiene la economía, crecen las inversiones, cadenas hoteleras, el producto interno bruto, porque de brutos estamos llenos; somos el souvenir de la nación.
¿Se podría establecer un paralelismo entre el aumento de los niveles de violencia ciudadana con un posible inicio de episodios de violencia política contra el Estado y sus representantes?
Si hay un escritor anclado a la ‘weird fiction’ en quien la extensibilidad contaminante de lo sobrecogedor se expresa en lo descriptivo más que en lo narrativo, ese es Thomas Ligotti.
Desde las antípodas de esa zona decadente donde la pintura ha dejado de ser un medio expresivo para convertirse en una pigmentación debilitada y vergonzosa.
Con 8000 palestinos reportados muertos, Gaza enfrenta desesperación humanitaria, con residentes saqueando almacenes de la ONU.
La miseria particular de Cuba es una miseria autofabricada y autoimpuesta por EL PUEBLO y LA VOZ. Causa y efecto: LA VOZ clama y EL PUEBLO delira.
Nuestros dirigentes tienen mucho que aprender. Algunos están a tiempo. Solo hay que poner las manos atrás, como cuando se entra a un museo. Escuchar y quitarse la careta. Sincerarse y decir: “Sí, sé que en este momento la policía está dando golpes, pero yo no puedo hacer nada, porque tengo miedo, porque también tengo una hija”.