La ONU exige un alto el fuego inmediato en Gaza tras la abstención de Estados Unidos, en medio de un conflicto en el que han muerto más de 32.000 personas.

La ONU exige un alto el fuego inmediato en Gaza tras la abstención de Estados Unidos, en medio de un conflicto en el que han muerto más de 32.000 personas.
Y así vamos más desunidos, más esclavos del ego, más especuladores, más indolentes, más sombras y menos luces.
Un ataque con drones sacude el centro de Moscú y los escombros caen sobre el Centro de Exposiciones de la ciudad. Rusia culpa a Ucrania. No hay víctimas.
“Sería tan fácil como cruzarse de brazos: huelga general. Así fue como cayó Machado. Y ya Díaz-Canel dejó chiquito a Machado. Y a Batista. Parece empeñado en lograr lo que no pudo Weyler”.
“Al menos 35.000 letones fueron asesinados o desaparecieron en el traspatio siberiano de la Unión Soviética. Más de cien mil huyeron a Europa Occidental, lo que en el caso del diminuto país de Letonia fue una pérdida abrumadora de población”.
Alejandro Armengol nació en Cuba y vivió en Estados Unidos desde 1983. Periodista y escritor. Se desempeñaba como director editorial de Cubaencuentro.
El Estado Islámico reivindica la autoría después de que hombres armados con uniforme de combate abrieran fuego y, al parecer, detonaran explosivos en el Ayuntamiento de Crocus.
La negligencia fiscal y las erráticas políticas empresariales pueden hacer descarrilar el sueño de un Singapur en El Salvador, sostiene Bloomberg.
Aunque sea improbable el antiguo sueño de una sociedad de seres individuales, libres y cultos, no es posible renunciar a tal sueño.
¿Cuál es la tarea del poeta: la fe o la duda? Para Brodsky, y basta escucharlo leer, la poesía tiene siempre algo de plegaria.
Ernesto Hernández Busto traduce a Joseph Brodsky.
Últimamente tengo el cuerpo cubierto de morados, heridas, postillas, dolor de huesos torcidos. Mientras estuve contigo no tuve ni un solo morado que mostrar. Un dolor tan profundo y ni huella en la superficie. Nada.
Desde el comienzo de este milenio, la Bienal es solo un nombre: se hace cada tres años o más, según dicten los títeres subordinados al Consejo de Estado y a sus manos “ocultas”, hoy visibles.
“Los cubanos de Miami, toda esa primera generación de la emigración, iban a ver qué hacía la hija de Elena Burke, porque a ella era a la que conocían. Iban comentando, seguro que no va a ser tan buena como la madre”.
El crítico de arte, lo mismo que cualquier otro intelectual de la cultura, ha de ser a la vez un animal reaccionario y revolucionario, viviendo en el límite, por fin, entre el instinto de conservación y el placer por la tragedia.
Esa es otra “gratuidad” de una política cultural férrea, maleable y corrupta, pues mediante contactos personales y amorosos, y también a través de sobornos, metecabezas penetran los medios de difusión masiva, virtualmente convencidos de que el consenso popular logrará redimirlos ante una fantasiosa posteridad.