Las jovencitas de Gabriela Chang que se arañan, extasiadas y confusas, tras tener un momento de sexo por primera vez.
Disensiones
Jekyll y Hyde se hacen amigos: tótems, tabúes y algo más.
Quimérico y corpóreo
Observé larga y repetidamente aquello y me fasciné con algo que, sin dejar de ser sensual y hermoso, tocaba las fronteras de lo horrible.
Maternidad, sexo y brujería
‘Ábrete eso’, le pedí. Y lo hizo. Soy un adicto a los labios menores. ‘Qué mal tú me pones’, reveló.
Gatos S. A.
Sea gata o gato, de cualquier modo es un minino o una minina pequeña, una ‘chatte’, una metáfora peluda y tibia de la vulva.
No hables, por favor
Un cuerpo que se desviste, y accede al sexo entrando en él por sus suburbios, representa el riesgo de una revelación, de una verdad interior.
El voyeur sí participa: posporno, cotidianidad y sexo virtual
Un relato antiporno una vulva que despide/segrega/excreta belleza sentimental no negociable, ajena a la belleza estetizante convencional de la pornografía.
‘Tatami shots’: una ‘scaletta’
Algo que se expresa por medio del lenguaje pero que el lenguaje no alcanza a configurar: ¿Es esto la literatura?
Desnúdate, coge un paño y quítale el polvo al piano
De cuando el mar y el piano se vieron frente a frente por primera vez bajo la mirada de una mujer. Por los bienaventurados que en un territorio hostil hacen del amor un enclave.
‘Metanoia’: reentrada en la gravedad
Hacer con poliespuma una réplica de la isla (una réplica que mida 10 metros de largo) y llevarla, por todo el Paseo del Prado, hasta el malecón y arrojarla al mar. La isla se arroja a sí misma a la bahía. Y flota a la deriva.
Afinidades electivas: racismo, sexo, fascinación
En lo que toca al racismo, la exclusión es atmósfera y trasfondo: respiración intervenida y trazos que procuran reescribirte. Y esa violencia vuelve y se refina.