Consignas diversas se dejan oír: “¡Viva Cuba Libre!”, “¡Patria y vida!”, “¡Tumba catao y pon quinqué!”, “¡Abajo el comunismo!”, “¡Bajen el precio de los cakes de nata de Galerías Paseo!”, etc., etc.
Etiqueta: Disensiones
Debajo de una piedra
Piensa como individuo, no como país. Si piensas como individuo-dentro-de-un-país ya estarás haciéndole un bien al país (el mejor de los bienes).
Dulce María Loynaz: el silencio como destino
El viento de la independencia del yo sopla en direcciones disímiles. ‘Jardín’ cumple 70 años ahora, en medio de la libertad mancillada, la represión del espíritu, o la “patologización” de los “sujetos altripensantes”, actos que en verdad devienen síntomas irrebatibles de la muerte de la Utopía.
Sincronismos de primavera
¿La isla como celda? Nada que recomendar. ¿Libros quizás, para apartar los ojos del desmadre? O para aceptar una de las versiones del desarraigo y verla como lo que es: el secuestro de lo cubano. ¿Hay invitaciones a leer? Muy pocas. Mejor así. Desarraigo es volatilización. Un tipo universal de escritura del yo.
En el tronco de un árbol
Oigan, en el presente de ahora mismo, el sonido de las motosierras. Son varias. “¡Corta, corta, corta, corta!”, parece que gritan. Entre amenazas de muerte y astillas que saltan, uno ve gorriones, lagartijas, mariposas y otros animales que huyen. ¿Adónde? A donde sea.
Baudelaire y yo
Hago responsable a un Hombre Bicentenario, el poeta Charles Baudelaire, de mi recurrente devoción por las crines erizadas o lacias, las cabelleras de donde uno no deserta salvo para decir incoherencias o declamar versos. El magnetismo del vello púbico puede ser muy fuerte.
El inventario incalculable
En un país donde hay una restricción severa de libertades, más una economía doméstica de puro descalabro, la intimidad sexual desbalancea sus cánones y toda escritura que se interese en relatar la vida podría tender a la evaluación ideopolítica o a una variación de lo filosófico como tejemaneje de barbería.
¿Patria o Muerte? El yo por delante
Frente a la absurda querella entre Patria, Libertad, Muerte y Vida (absurda porque está claro que ningún proyecto político auténtico, y de duración tan extensa, debería incluir a la Muerte como opción), es mejor pensar en el abismo de la identidad, lo sagrado del amor y del cuerpo, y la libertad de las mujeres para rebelarse.
Limón partido / Tequila ‘sunrise’
El país que sueña, el país soñador, está ahora mismo roto, fracturado. Un país disfrazado de Nación no avanza. Y si avanza, lo hace por senderos cortos y, al final, cerrados. No puedes sostener un país así, no puedes embrollar el ser con el querer ser. Ni el querer hacer con el poder hacer. Ni la intención con lo real.
Ezequiel Vieta: casi 100 años
¿Cómo habría sido conversar con Ezequiel Vieta sobre el 27N, las agresiones a artistas, los secuestros de teléfonos celulares, las denigraciones sin derecho a réplica, las reclusiones forzadas? Él quería escribir sobre la locura, la libertad, las formas de la crueldad y la sobrevivencia de lo humano.