Etiqueta: Katherine Bisquet

Luis Manuel Otero

Luisma museable

Frente a Kcho, Castro fue el creador de la balsa; frente a Martiel, el inventor del negrismo. Encarado a Luisma, Castro es el administrador del destierro como arma biológica: el Calixto García es su Hialeah a menos de noventa millas, con rancho en bandeja y remedo de Medicare.

Celia González

Desamparo: Testimonio de los sucesos del 27E

Las habituales justificaciones del Estado ante la brutalidad policial se desmoronan ante las imágenes del 27 de enero, al mismo tiempo que suman apoyos, no por la patria en abstracto sino por los afectos, porque son colegas, conocidos o conocidos de conocidos que, quizás por primera vez, han sentido que a ellos también les pudiera pasar lo mismo.

Jorge Peré

Revolucionarios sin Revolución

Luis Manuel Otero Alcántara es un revolucionario. Tania Bruguera es una revolucionaria. Anamely Ramos es, toda ella, un pensamiento revolucionario. Katherine Bisquet es una revolucionaria. Julio César Llópiz-Casal es un revolucionario sin enmienda. Carlos Manuel Álvarez es un gran escritor y un revolucionario. Reynier Leyva Novo es un revolucionario de temer. Yunior García es un revolucionario. Julio Antonio Fernández Estrada es un revolucionario.

Julio Llópiz-Casal

Las cosas que yo quiero

Yo quiero que el Estado cubano respete el derecho a que cada cual piense lo que quiera y lo diga como lo quiera decir, porque así sabré cosas verdaderas de todos. No solamente de los 30 que entramos la noche del 27 de noviembre al Ministerio de Cultura, también de los más de 500 que estaban afuera esperándonos, y a los que no les pudimos dar una mejor noticia.

Ray Veiro

Rodilla en tierra

No meterse en política no es una opción. Lo apolítico es político. Uno postea: en la Calle Damas, entre San Isidro y la Avenida del Puerto, hay una decena de personas acuarteladas en la casa #955, sede del Movimiento San Isidro y vivienda del artista Luis Manuel Otero Alcántara. La gente prefiere mirar hacia otro lado.

Sororidad y harakiri - María Matienzo Puerto

Sororidad y harakiri

No tenemos que caernos bien. No tenemos que ser amigas. No tenemos que coincidir en todo. Pero les presto la catana que he usado para mi harakiri. Ojalá que otras se animen a mostrar sus vísceras, junto a las que reciben golpes o están encarceladas por reclamar derechos que nos asisten a todas, sin que sepan a pie juntillas lo que significa sororidad.