Un año después de su audaz huida, Flaco, el famoso búho real de New York, cautiva corazones con su odisea urbana, símbolo de resistencia y libertad.
Un año después de su audaz huida, Flaco, el famoso búho real de New York, cautiva corazones con su odisea urbana, símbolo de resistencia y libertad.
Seamos delincuentes públicos. Gritemos contra todos los singaos que nos oprimen, secuestran, silencian, desacreditan, desgobiernan.
Este dosier podría llamarse: “Los poetas cubanos recomiendan”. Pero entonces sería traicionera con el tiempo perfecto de la poesía.
El gobierno venezolano está convirtiendo los recursos petrolíferos y la migración masiva en peones de un juego de alto riesgo.
Vegetábamos en una nube, flotando tranquilos, hasta que una cadena de errores desató el caos.
Los republicanos de la Cámara de Representantes intensifican los esfuerzos de destitución contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, alegando infracciones de la ley de inmigración.
Bielorrusia se convierte en un aliado clave de Rusia en África, fomentando los lazos diplomáticos y el comercio.
A pesar de la fuerte promoción y las subvenciones, las ventas de VE se estancan, persisten los problemas de recarga y los Estados cuestionan la sostenibilidad de los incentivos financieros.
Ser escritor en Cuba, hoy, es ―¡cómo no!― un tremendo ejercicio de terquedad. De orinar contra el viento. De dar cabezazos contra el muro.
En su conferencia performativa No soy unicornio, Martica Minipunto se viste de novia utilizando como resorte la mujer descrita por Rebecca Horn, la artista alemana del performance, para Das Einhorn (El unicornio, 1970).
Prólogo a Lenguaje sucio (Hypermedia, 2019): “Andrés Isaac Santana es un crítico modélico sin dejar nunca de ser (jovialmente) belicoso. Entrega todo, no exagero, en sus textos, manteniendo una confianza casi delirante en el poder de la escritura. Consigue ese placer del texto que requiere, como advirtiera Barthes, tanto saber como sabor».
Entre el improvisado público que se agolpa a ambos lados de la vía dolorosa corren susurros, frases aspiradas, de boca en boca: “Son los hijos, que vienen arrastrando el carro desde La Habana”. Y de la multitud, como un enorme coro, empiezan a llegarnos fragmentos de la historia.