“Al siguiente día de mi primer encuentro y conversación con Reinaldo Arenas, llegué a la casa de la doctora Elia Calvo de Stalin”.

“Al siguiente día de mi primer encuentro y conversación con Reinaldo Arenas, llegué a la casa de la doctora Elia Calvo de Stalin”.
Esta vez la bulla se oyó bajito. El poder forzó al silencio, con control de un tipo de espacio “privado” que en la práctica extiende y profundiza la asfixia estatal sobre el individuo.
Familias migrantes, incluidos bebés, cruzan la frontera entre San Diego y México, enfrentando las más duras condiciones durante el viaje.
“Puede que no nos dirijamos hacia un colapso general, sino hacia una época tan horriblemente estable como los imperios esclavistas de la antigüedad”.
No estoy incitando al pueblo hastiado de tanta miseria a armarse. Aunque, pensándolo bien, ¿y si cada cubano se construyera una…?
La locura es un territorio al que han sido desterrados millones de seres divergentes del constructo cultural conocido como “normalidad”.
Ya mi país-hogar, tal como lo recordaba, se esfumó. También emigré, aunque mi cuerpo permanezca.
No hay peor astilla que la del mismo garrote. Y después se preguntan por qué las campanas han doblado por Trump.
Así quería verlos, tranquilitos. Dándose la mano y todo. Ayer, Joe Biden y Donald Trump. Hoy, Donald Biden y Joe Trump.
Un hombre que, en La Habana, ayudó al policía Mario Conde y que ahora, prefiere recorrer la parte sórdida del sueño americano.
Castresana había recorrido todos los museos en el área soviética de los Cárpatos, y había viajado en tren desde Transilvania hasta Moscú, donde había comido por primera vez mermelada casera de frutas del bosque y había paseado por primera vez por un bosque de abedules.
Un día de finales de agosto, cuando ya llovía mucho y las tardes se volvían frías, Frank me estaba pasando el maletín lleno de carne cuando vi la figura de un hombre al final de la acera. Ya está, pensé. De cabeza para Cuba. No podríamos negar la acusación de robo porque tenía el maletín en la mano y el hombre debía haberlo visto todo.
La izquierda latinoamericana endurece su postura contra Israel en medio del conflicto. Bolivia corta las relaciones diplomáticas y Colombia equipara las acciones al régimen nazi.
Como un mirarse de frente. Como un cuidarnos la espalda. Como un tocarse a dúo desde la pura presencia humana.
Trump eclipsa a DeSantis en la cumbre del Partido Republicano de Florida, recabando apoyos y revelando respaldos clave de cara a 2024.
Un ataque israelí contra un campo de Gaza causa 38 muertos; las conversaciones sobre el alto al fuego se estancan.
Los documentos desclasificados de Epstein alegan vínculos con Clinton y otros, suscitando una intensa polémica; la periodista Julie K. Brown analiza las implicaciones en NPR.
Un hombre blanco mata a tiros a tres negros en un Dollar General. El atacante, motivado por ideas extremistas, se suicidó más tarde.
La medida, en medio de la disminución de los ingresos por préstamos exteriores de Rusia, suscita especulaciones sobre la búsqueda de aliados por parte de Putin.
En un país “administrado”, desde la base hasta la cima, desde la casa hasta el Ministerio, por “los cojones” de los más fuertes, los más obcecados, los más obsesos, las mujeres han llevado una carga apabullante sobre sus hombros.
La escena del árbol con Carlos Massola y Mariana Alom tiene menos de dos minutos en pantalla y tardó seis días filmarse debido a la luz.
En este espacio voy a largar mis listas, gustos y preferencias. Comienzo con mis películas preferidas de vampiros, y continuaré con otros personajes icónicos como los zombies, los serial killers y los extraterrestres, además de campos genéricos como el cine posapocalíptico, el neo-noir, los falsos documentales y el cine de culto.
Quisiera leer el expediente que me tiene abierto la Seguridad del Estado para decirles que no saben nada de mí. Que mi nombre no es mi nombre. Que yo soy Elena, la de Corazón azul: el personaje más largo que he interpretado jamás. A veces quiero que todo termine, separarme de ella. Las fronteras mentales se desdibujan.