La expulsión del CICR de Nicaragua deja a más de 90 presos políticos en un estado de vulnerabilidad.

La expulsión del CICR de Nicaragua deja a más de 90 presos políticos en un estado de vulnerabilidad.
¡La libertad ensayada desde tantísimas direcciones!
Imaginar y sentir Miami, encontrarle el pulso entre el silencio del suburbio y el escándalo de la fiesta.
La ley SB4 permite a las autoridades locales detener y deportar a los inmigrantes ilegales. Entrará en vigor en marzo de 2024.
Todas las ediciones de ‘Paradiso’ fueron accidentadas. Pero ninguna tanto como la que apareció en la editorial norteamericana Farrar, Straus & Giroux (FSG).
Mientras un Estado policial despliega su fachada democrática, la venta de una realidad paralela es otro ejercicio de represión e invisibilización de la vida que llevan los cubanos.
Los votantes chilenos rechazan una Constitución conservadora tras haber derrotado previamente una carta magna de izquierdas.
Corea del Norte dispara un misil balístico intercontinental al mar y aumenta las tensiones al reanudar las pruebas de armamento de alto nivel.
Trump acusó a los inmigrantes, en particular a los que carecen de estatus legal, de “envenenar la sangre de nuestro país”.
Todo el mundo solo. Todo el mundo triste. Todo el mundo desesperado, al borde de la autodestrucción. De ahí salieron las ráfagas semiautomáticas de Alexander Alazo en contra de la embajada cubana en Washington, DC. De esa soledad, de esa tristeza, de esa desesperación. Tedio de una muerte masificada. Paranoia sin contenido, esquizofrenia inercial.
Vivir en confinamiento es caótico y emocionalmente agotador. Cuba nos ofrece un nuevo nivel de complejidad, donde la confusión es la única certeza. Aquí, mucho antes de la pandemia, ya conocíamos la escasez, la distancia, el silencio y el confinamiento. Aquí la supervivencia siempre ha sido una máxima.
Parece que padecemos una pandemia distinta: no esta cosa respiratoria, sino la amnesia general. Partida de hipócritas, ¿ahora? ¿Aplaudir a los médicos? ¿Ahora? ¿Y antes? ¿Quién llamaba a los médicos a ver si tenían comida en casa, si tenían jabón, si querían tomarse un gin-tonic en el Sarao del concha de su madre ese?
Comenzaba la desbandada del Mariel cuando avisó a sus familiares floridanos que quería partir y les pidió que gestionasen sin demora su salida. Noticia que tomó a todos por sorpresa; jamás había dado el menor indicio de que pensase dejar el país, de que vacilase su fidelidad.