Hemos venido a decirles que los políticos no sólo no son Dios, sino que son la causa de nuestros problemas.

Hemos venido a decirles que los políticos no sólo no son Dios, sino que son la causa de nuestros problemas.
Acaso por poseer esa alma antigua en un cuerpo joven, Adrián Gómez Sancho acepta retos inimaginables.
La Habana ya habría recibido y estaría considerando la invitación del gobierno de Putin a enviar al territorio ucraniano ocupado una pequeña representación de especialistas militares cubanos.
Este aumento, el primero desde 1908, se debe principalmente a los emigrantes que huyen de las crisis políticas y económicas de Venezuela y Cuba.
Ruth Baza, de 51 años, presentó una denuncia penal en España contra Depardieu, afirmando que éste la violó en París el 12 de octubre de 1995.
En un acuerdo muy cuestionado, Estados Unidos y Venezuela intercambiaron a “Fat Leonard”, clave en un escándalo de la Armada, por Alex Saab, financiero de Nicolás Maduro.
‘Paradiso’ es una Cuba paralela, una visión diferida de lo secreto en la Isla.
El efecto más visible se observa en el mercado europeo, donde se está destruyendo artificialmente la demanda de gas natural, asegura Gazprom.
La decisión de Luis Manuel Otero de concebir el arte como plataforma política, que fundamenta las bases del Movimiento San Isidro, implica no quedarse en los límites del comentario político, que es como se refiere a gran parte del arte de finales de los ochenta y los noventa en Cuba.
Una parte de la comunidad intelectual cubana se ha pronunciado respecto a la situación actual de Luis Manuel Otero. Donde cada uno de nosotros se ha expuesto desde la palabra, ese joven ha expuesto su cuerpo. El suyo es el cuerpo de una generación. Su suerte también será la nuestra.
Nos enseñaron a ser miserables, y el miedo fue nuestro credo. Miedo a pensar diferente, a decir “hasta aquí”, a trazar una raya, tomar aliento y gritar: ¡Esto es una pinga!, y que se apartaran de ti, apestado, apátrida, contrarrevolucionario, antisocialista.
Cuando el gobierno de un país no actúa a cabalidad ni a la altura de las expectativas, los símbolos patrios devienen expresión última de nuestra inconformidad, nuestras angustias y nuestras esperanzas. El único modo efectivo de hacer oír nuestro reclamo.