“Ahora, que las cosas van tan mal y todo apunta a que podrían ir incluso peor en el futuro cercano, los cubanos ¡al fin! somos libres para morir”.
“Ahora, que las cosas van tan mal y todo apunta a que podrían ir incluso peor en el futuro cercano, los cubanos ¡al fin! somos libres para morir”.
Algunos de estos poemas de Néstor Díaz de Villegas podrán ser leídos como afrentas a la moralidad o a las buenas costumbres. But who cares?
Esta entrevista rememora una época en la que fuimos felices dentro de una arquitectura renovadora que dio paso a un gris prefabricado cada vez más oscuro y terrible.
“Tanto el comportamiento de los comisarios salientes como el de las nuevas encargadas, ha sido consistente con prácticas de censura y menoscabo de los derechos culturales”.
Nicaragua facilitó la entrada de más de 100 000 emigrantes en Estados Unidos, usando vuelos chárteres. Una operación multimillonaria ideada por el régimen de Daniel Ortega.
Aunque en la superficie todo parezca seguir su curso, y los periódicos barajen cada semana las fluctuantes prioridades de la “actualidad”, el mundo, tal y como lo conocíamos antes del 24 de febrero de 2022, ha dejado de existir.
Yo tengo un sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo: ‘‘Creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales”.
Los rebeldes hutíes atacan con un misil un buque de guerra estadounidense. El presidente Joe Biden ha declarado su compromiso de “proteger a nuestro pueblo y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario”.
La Casa Blanca insta a Israel a reducir su ofensiva tras cruzar los 100 días de operaciones en Gaza. La guerra, lejos de detenerse, avanza hacia el Líbano.
El exilio cubano es esta rabia retórica: un dolor sin salida, un resentimiento sin consuelo ni conmiseración.
La muestra Documentos extraviados, de la artista peruana Sonia Cunliffe, es síntoma del escozor que han padecido no pocos en Cuba por causa del merecido salto a la fama de la teleserie Chernobyl.
Este pueblo, sus dirigentes y nosotros, hemos alcanzado un nivel de cinismo muy grande. Hoy, por ejemplo, no se podría hacer una película como Una novia para David. Una obra tan inocente, en el buen sentido. Esa belleza, ese amor desinteresado, ese poder-creer-en-algo, ya no existe. Ni para los que vivimos acá dentro ni para los que viven fuera.
El pintor cubano americano Arturo Rodríguez es un melómano con una colección de más de 5.000 discos compactos, que para rematar, es también un audiófilo redomado. Conversamos en su casa estudio de la Pequeña Habana.