Exorcizar los demonios que atormentan a Cuba y su arte, y que no sean enterradas en una tumba coronada por un epitafio hipócrita.

Exorcizar los demonios que atormentan a Cuba y su arte, y que no sean enterradas en una tumba coronada por un epitafio hipócrita.
En Cuba nada permanece por mucho tiempo. Menos en el mundo del arte. Nos hemos acostumbrado a despedir gente. Lo sucedido con los actores en la película es una metáfora del país.
El indio está solo en alma. Es un misionero de los ‘Creek Indians’ de Oklahoma. Un nombre que, en aquella Habana trans-capitalista del viernes 17 julio de 1959, seguro sonaba a algo así como un buen equipo de básquet.
Israel retoma comunidades en torno a Gaza. Las FDI y Hamás se enfrentan en el enfrentamiento más mortífero desde 1948, con más de 1130 víctimas mortales en solo tres días.
El enfrentamiento entre Israel y Hamás, que ha causado más de 1100 muertos, hace temer una guerra prolongada que desestabilice un Oriente Próximo ya de por sí tenso.
A José Lezama Lima le quedó, de por vida, un tremendo terror a los elevadores.
Juzgar a Heberto Padilla en aquel contexto resultaba relativamente fácil para muchos en Cuba y fuera de la Isla.
Las Fuerzas de Defensa de Israel atacan 10 emplazamientos de Gaza, incluido el cuartel general de Hamás, mientras Hezbolá lanza ataques contra las granjas israelíes de Shebaa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino aboga por la independencia palestina, defendiendo una solución de dos Estados.
Parte de nuestras agonías cubanas tienen que ver con la manera en la que nuestros padres vivieron aquello y cómo nos lo contaron, cómo lo trasladaron a nosotros.
Hay que quitarle el “aura”, ese falso zen al arte contemporáneo y a su espacio. Estamos hartos de su diseño cuidado, de los precios ridículos y el aspecto de regalo de Pascua perfecto de algunas obras.
En junio de 1961, en una de las reuniones mantenidas por Fidel Castro con los intelectuales en la Biblioteca Nacional, Virgilio Piñera se levantó, fue hacia el micrófono y dijo: Tengo miedo. Esa frase constituyó el mayor acto de resistencia de un intelectual ante la intolerancia del régimen.
Mientras editaba a Orlando Luis Pardo Lazo veía desfilar ante mi sorpresa, la escritura de un hombre incapaz de acostumbrarse a la caída de un país, de todas sus mujeres, de todos sus hombres hasta el último.