Mañana habrá quien, frente al mar, cuente mejor estas cosas. Mañana.

Mañana habrá quien, frente al mar, cuente mejor estas cosas. Mañana.
“Caminé a lo largo de los blancos salones sobrecogido por cuanto se alzaba ante mí, pero ya mi cabeza se había estremecido tras ver, no más entrar, el enorme óleo sobre tela ‘The Ascension Of The Liminal Theater’”.
Comienza la quinta edición del Festival de Cine INSTAR, fechada del 28 de octubre al 3 de noviembre de este año 2024.
Aunque encarcelado desde hace más de tres años, Luis Manuel Otero Alcántara se las agencia una y otra vez para burlar la reclusión impuesta por el Estado cubano.
¿Quién hubiera podido imaginar que tener un tatuaje que dice “libertad” en la cadera iba a ser motivo para separarme de mi hijo?
Un poco antes no hubieran podido estar en este espacio público, tomándose estas cervezas, a esta hora de la noche, en este país.
Hombres con sus cuerpos flotando sobre balsas. O expuestos al sol, con el trasero al aire, en duchas.
“Vivimos en un momento liminar; más temprano que tarde se impondrá una noción de lo universal en su sentido fuerte, tradicional, que no distinguirá ni credos, ni culturas, ni filiaciones”.
Los campamentos de verano pretenden camuflar, con dinámicas de socialización y experiencias “únicas”, el diseño y transmisión de antivalores alineados al discurso oficial.
“Todas las rejas del Reclusorio Nacional para hombres de Isla de Pinos han sido elaboradas por el niño cubano de ocho años, Américo Herrero Herrera”.
Hablar de ‘continuidad’ y ‘homogeneidad’ en una nación solo puede significar una metástasis generalizada del verticalismo autoritario en el cuerpo social.
A mami, ya anciana, la escuchaba conversando con papi, como si aún estuviera vivo, ocupando la cama de al lado.
Familias migrantes, incluidos bebés, cruzan la frontera entre San Diego y México, enfrentando las más duras condiciones durante el viaje.
Además, Andrés Manuel López Obrador solicitó a Estados Unidos establecer acuerdos de deportación directa con estos países.
Una radiografía histórica, necesariamente breve y superficial, sobre lo que ha significado desde 1959 vestir a la moda en Cuba.
WLRN: “El senador por Florida Marco Rubio insulta vergonzosamente a las víctimas reales de las dictaduras al comparar la condena de Donald Trump con las injusticias reales de regímenes como el cubano”.
El informe de Amnistía Internacional expone abusos contra los derechos humanos en Venezuela, Cuba y Nicaragua, detallando torturas, represión y falta de justicia.
La incautación rusa de cocaína revela las debilidades de la estrategia del “muro de contención” de Daniel Ortega. Para algunos expertos, se trata de un “envío no autorizado”.
“Por ahora, solamente le puedo confirmar que necesitamos todos los dólares que podamos conseguir”, dijo el coronel Antonio de la Guardia. El excapo Carlos Lehder expone la intrincada red de complicidades políticas y narcotráfico creada por el Cártel de Medellín.
Orlando Luis Pardo Lazo comenta el libro La revolución cubana explicada a los taxistas, de José Manuel Prieto.
La designación de Alexis Triana, un comisario, como presidente del ICAIC, exhibe la falta de voluntad gubernamental para el consenso y el desarrollo artístico de la nación.
Los cubanos tenemos la paciencia más grande de este mundo. Llevamos esperando por una vida mejor más de sesenta años.
Cuando uno grita “¡Libertad!” no está pidiéndole a algún tirano que, por favor, le permita ser libre. Está diciendo: “Soy libre y viviré así, aunque usted trate de impedirlo”.
En las pinturas de Jorge Rodríguez (Holguín, 1991) no hay ojos: su lugar ha sido deformado, desplazado. Las anomalías fisionómicas así logradas hacen que sus retratos sean inquietantes. Son retratos que recuerdan fotografías vistas bajo el agua. Naturalezas destruidas.
Los hijos de Guillermo Tell, le piden del público; pero responde que ese padre tampoco vino hoy.
Martí ―de cierta forma― sospechó que esa deseada internacionalización de la pintura mexicana vendría desde sus orígenes: desde la influencia mural de los templos mayas.
En enero de 2014, anuncié a mi familia que iba a intentar ir a Laponia haciendo ‘autostop’ sin un euro en el bolsillo, solo con una maleta como galería y los pequeños cuadros que iría garabateando por el camino.