El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos.

El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos.
En Cuba, la política cultural es vista e instrumentalizada como una extensión de la administración social y para el mantenimiento del orden político.
Un espacio cerrado, íntimo, resumido en naturalezas muertas donde frutas y peces conviven con estilizados ornamentos coloniales.
Por fin cedo y me abro a su aliento, a su saliva. Y el paisaje cambia, como si todo estuviera más destruido y más triste.
El muy parcial enfoque que se alienta desde los olimpos culturales hace dudar de la sinceridad del remordimiento blanco.
La profesora entró al aula y dijo como si fuera lo más natural del mundo: “Se nos ha ido el hombre más grande de la humanidad”. Se nos ha ido, dijo.
La L de lengua. La L de locos. La L de labios. La L de lamentación. La L de ʻlárguenseʼ.
La censura es un trago amargo que no desciende del esófago.
“Interesa, sobre todo, fijar la imagen de ese joven poeta iconoclasta que aprovecha todas las oportunidades para hacerse visible y se mueve con libertad entre ‘los pajes, los comunistas y los sultanes’”.
Necesito un refugio: alguien debe darme una palabra para anular el miedo… El duende no llega si no ve la posibilidad de muerte, si no sabe que ha de rondar su casa.
Dinapiera Di Donato Salazar (Venezuela, 1957). Cuentan bajo su autoría: ‘Relatos’ (2016), ‘Colaterales/Collateral’ (Paz Poetry Prize), ‘La Sorda’ (2011), ‘Libro de Rachid avenida Paul Doumer -Desventuras del ocio-’ (Premio de Poesía Bienal Tomás Alfaro Calatrava 1996), ‘La sonrisa de Bernardo Atxaga’ (Premio de Narrativa Alfredo Armas Alfonso), y ‘Noche con nieve y amantes’ (Premio de Narrativa de la X Bienal Internacional José Antonio Ramos Sucre 1990).
El nuevo documento califica el conflicto ucraniano de “guerra santa” para defender la “Santa Rusia” y esboza ambiciosos objetivos, como aumentar la población rusa de 144 a 600 millones.
El poeta se confiesa hostil a las epopeyas memoriosas. Casi no se autoanaliza, ni le interesa apelar al encanto de otra época, más dichosa que los difíciles años en que escribe y publica estas páginas.
Arnoldo Fernández Verdecia (1971) es un escritor, periodista, docente e historiador cubano, graduado de la maestría en Ciencias Sociales y Pensamiento Martiano por la Universidad de Oriente.
Más de un año después de su dimisión como ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami ha sido detenido acusado de corrupción.
El mitin de Trump en Ohio se enmarca en una dura retórica sobre los inmigrantes y controvertidas advertencias electorales.
“Al voltear las obras, pervirtiendo así su frontalidad convencional, insertamos experiencias contemplativas que reivindican ese lado de la pintura al que no llega la luz”.
China amenaza la industria de los vehículos eléctricos y los fabricantes de automóviles se ven obligados a reducir costes para salvar la crisis.
Bastaba con que el sujeto fuese ‘negro como el ébano’ para que esto lo convirtiera en sospechoso.
¿Quién ha visto a un Ministro de Cultura dando manotazos a un joven al que se debe? —Nosotros, los cubanos. —¿Cuándo? —El 27 de enero de 2021 —¿Y quién ha visto a ese ministro, después de todo, ser reivindicado por un sistema de prensa estatal que presume de pública? —Nosotros, los cubanos, que nos merecemos un mejor ministro que ese que pega un manotazo y queda impune.
En cada frase del gobierno percibo un tufo de segregación, como si nos tuvieran asco. Como si mirando por encima del hombro y la panza y la guayabera encartonada, por encima de sus perlas falsas, los cuellos cirrosos quisieran aplastarnos. Pero entonces no tendrían quien trabaje para ellos.
Reynaldo Lastre: “Para entender qué es un crítico de cine en Cuba no solamente deberíamos circunscribirnos a su rol en una institución, sino a su filiación política y grado de compromiso con ella, su relación con los nuevos medios de comunicación, y su propia idea acerca de qué es una crítica de cine”.
Lo que se presentó esa noche frente a los escritores cubanos era un Heberto Padilla prensado a varias atmósferas, licuado y refundido en una fragua violenta e implacable.
“‘Challenges…’ surgió como terapia ante tanta ira, depresión, impotencia… Un paquete de intensidades. Ha sido un ebbó contra el “miedo a marcarse” por ejercer el derecho a publicar en un medio que no responde a los intereses del Estado cubano”.
Empecé a preocuparme. Puse un post en mi muro de Facebook. “¿Alguien sabe si le ha pasado algo a Carlos Urdanivia? Íbamos a rentarle unas armas para ‘Corazón azul’, pero no supimos más de él”.